Hacia Madrid - ¡El Brillo Ardiente!

Publicado el 10 septiembre 2013 por Diezmartinez
Hacía Madrid - ¡El Brillo Ardiente! (Vers Madrid – The Burning Bright (Scene from the Class Struggle and the Revolution), Francia, 2012), cuarto largometraje documental del especialista Sylvain George, se estrenó en México en el pasado FICUNAM 2013 y está exhibiéndose en distintas plazas del país, en el ciclo del FICUNAM en gira. Estamos ante una vibrante crónica del “Movimiento de los Indignados” (también conocido como 15-M) que explotó en mayo del 2011 en Madrid, en la emblemática Puerta del Sol, que fue tomada espontáneamente por una multitud de jóvenes que protestaban por el desempleo rampante, la corrupción, el hostigamiento a los indocumentados, el racismo, la sordera de los gobernantes de todos los colores, más lo que se acumule en la semana, pues, ¿se le puede reprochar a esta generación que salga a la calle a luchar por sus derechos después de lo que hemos visto cómo ha gobernado “el 1%” en España, Estados Unidos, México y puntos intermedios? Grabada en blanco y negro en formato académico 4:3 –con algún viraje al color en los momentos de violencia que se desataron cuando sucedió el desalojo en la Puerta del Sol-, George sigue los discursos a micrófono abierto que se sucedían en la manifestación, toma algún debate sobre la importancia de la educación religiosa y/o de las religiones, entrevista a un veinteañero que confiesa que aún vive con sus padres porque no puede conseguir chamba, no pierde una palabra sobre una discusión sobre la pertinencia de usar la palabra “mestizo” en una declaración o sobre la diferencia entre los significados de caridad y solidaridad, además de observar la rutina de un inmigrante indocumentado del Magreb que sobrevive como puede en esa España en crisis, en  esa España ardiente. No pueden faltar –estamos viendo un plantón universitario y juvenil, no hay que olvidarlo- algún baile flamenco organizado por ahí, la lectura de algún poema por allá, una canción de protesta entonada por acá y hartas consignas que podrán resultar cansinas pero también irrefutables (“¡Que no, que no, que no nos representan!, ¡Que no, que no, que no nos representan!”). El mejor momento del filme es un hilarante performance en la que aparece un tipo disfrazado de la Condesa Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid en ese momento –renunciaría por motivos de salud en 2012-, exPresidenta del Senado y prominente política del aún gobernante Partido Popular, quien pasea, encadenado, por la Puerta del Sol, a un indigente que agradece, con lágrimas en los ojos, que lo haya sacado a conocer el Metro. “Esperanza” se pelea con la gente, presume sus joyas, amenaza con llamar a los “maderos” y regaña a toda esa bola de desocupados que no tienen nada mejor que hacer que estar ahí protestando. El performance da dolorosamente en el clavo porque la “Condesa Esperanza” parece, la pura , jodida y triste verdad.