Ronda de consultas del secretario general del PSOE. El francés es optativo.
El problema rebasa las fronteras del partido. Cuando en Europa un partido laborista o socialdemócrata gobierna, su política es indistinguible de la de sus compañeros conservadores o liberales. Sí hay ciertos detalles de la política cualitativa que como el color de los escaparates da una noción de diferencia, pero en las grandes cuestiones no encontramos diferencias de peso.Aunque un factor importante, que el consenso internacional en política económica haya abandonado las posiciones keynesianas no es determinante. En Europa hace años que una gran mayoría se decantó por un proceso de construcción europea que conlleva un inevitable vaciamiento de la soberanía de los estados miembros y sin un control total de la moneda y fiscalidad de un país los socialdemócratas sólo pueden subirse a una carroza el día de la procesión de la Paz Mundial Verde Multicultural porque eso es algo que no harán los conservadores.
Un problema de perspectiva que creo arrastramos desde hace tiempo es que nos miramos demasiado el ombligo. En esto tiene que ver la permisividad con que nuestro sistema político actúa con partidos extravagantes que deambulan sobre el límite de lo legal. El ombligo español está lleno de pelusillas la mar de entretenidas. El caso es que sales del país y a nadie le importa estas cuitas internas. Se produce cierta desconexión con las modas políticas continentales y quizás por eso se mira con las lentes de un zoólogo lo que aquí sucede. Cualquier bávaro gordito que leyera el resultado de las elecciones españolas al día siguiente pensaría en una gran coalición que se formaría en quince minutos y a otra cosa. Pero no. Somos especiales. En lo efímero encontramos la eternidad. En el detalle particular la universalidad. El mundo empieza en los Pirineos. Y no nos pasa sólo a nosotros.
El vendedor de camisas del Cortinglés más conocido a este lado del Misisipí recibe la orden de su monarca de lograr apoyos para formar gobierno. Es como una actualización bastarda de aquel cuento del zar y la camisa ("sólo la camisa de un hombre feliz curará mi aflicción, pero el único hombre feliz no tiene camisa"). Este individuo del PSOE tiene tres opciones. La primera es inmediata: lograr el fracaso de la investidura para buscar nuevas elecciones (hay formas de cumplir esta opción de las que no salir escaldado, así que es una opción abierta). Luego están las otras dos opciones que son la comidilla de los Ocaño y Abadillos que parasitan las oficinas que antes llamábamos redacciones y que hoy se dedican a reproducir notas de agencias porque total el pescado queda igual de envuelto.
Hablar con el PP
La piedra más grande que obstaculiza al PSOE formar gobierno la pone el PSOE al no querer compartir ni un triste café bebido con el PP. Aplicar un cordón sanitario al principal partido del país es algo que no se puede entender salvo si uno vive en el maquis mental.
Es que el PP es muy corrupto, dicen. Si esa es la razón para no hablar con un partido político, el PSOE debería transformarse en una escuela de surf e instalarse en Puket. Es que no están de acuerdo con la política llevada a cabo por el PP la pasada legislatura. Es que si estuvieran de acuerdo serían el mismo partido. And so on. Al final del día lo único con lo que me quedo es que no hablan con el PP porque es pecado.
Dicen que el trágala
es insultante;
pero no insulta
sino al tunante.
Y mientras dure
esta canalla
no cesaremos
de decir trágala.
Desde otro punto de vista —el de Rajoy y el de varios representantes del PSOE— se puede objetar que es el PSOE el que tiene que aceptar una posición subordinada en cualquier acuerdo con el PP al ser este el partido más votado, etc. Esto está descartado porque el Rey propone a un tipo del PSOE, luego es este partido el que aun en minoría no puede subordinarse al PP. Esto Rajoy no lo entiende, como tantas otras cosas como la función zeta de Riemann.
Hay un motivo último, que de ninguna forma aceptará confesar el de las camisas, para no hablar con el PP. Se trata de evitar la imagen de PP y PSOE juntos sonriendo a las cámaras. Según los cerebros burbujeantes de Ferraz eso marcaría la línea política de la diferencia —la "trinchera" o placa tectónica— entre PP y PSOE juntos y otros —los organismos extremófilos— que vienen detrás y que las encuestas ya ponen por delante.
Se puede estar de acuerdo o no con esta imagen y con las consecuencias de una mayor polarización de la política española pero esto en todo caso es asunto del PSOE que tendrá que explicarse a sí mismo qué quiere ser de mayor. ¿Hay un espacio entre la posición liberal, de construcción europea, de no llamar nazis a los policías por una parte y los xenófobos que votan con Le Pen y reaccionarios medidores de cráneos por la otra? Si la hay ese es el espacio que tendría que ocupar el PSOE. Amigo pero eso implica empezar a ser fiable con la idea de país y dejar de coquetear con la rama de Hezbolá en España y con los particularistas de cada parroquia.
En "hablar con el PP" coloco la posibilidad de obtener votos afirmativos de C's y la abstención del PP, no parece que vaya a darse el caso. Incluso les valdría con los votos afirmativos de C's, la negativa del PP y la abstención del resto. No parece que pueda darse el caso por la posición antagónica de C's y ese resto.
Hablar con la cuadrilla de Pepa a Loba
La infame coyunda ominosa.
La otra forma de conseguir la investidura pasa por las meonas y asaltacapillas. El PSOE tiene experiencia con esta gente porque ha preferido en muchos lugares pactar con estos para impedir que el malvado PP gobierne. El PSOE puede lograr la investidura en primera votación si consigue el voto afirmativo de Pablemos, IU, Compromís, ERC y PNV. ERC dijo que no apoyaría al PSOE si no van juntos a buscar reliquias al Tibet e IU propone para empezar a negociar cargarse el Pacto Fiscal Europeo. Esto lo puede hacer el PSOE pero a su vez tendrá que ceder gran parte del gobierno a la banda del bate de Al salir de clase. Muchas cesiones, ¿puede arrastrase tanto el PSOE con tal de gobernar? Puede, páter. Ese escenario crearía un gobierno muy poco representativo por lanzarse al monte.El PSOE podría tratar de conseguir el apoyo de Pablemos e IU y la abstención de C's. O el apoyo de C's y la abstención de todos menos el PP. En cristiano: que le apoye C's y se abstenga Pablemos o que el apoye Pablemos y se abstenga C's. Aquí la movida está en que no se puede dar "mucho" a uno de ellos y un poquito al otro. C's y Pablemos son antagónicos. C's y Pablemos representan los efectos de la Ley de Duverger entre los menores de 60 años.
Conclusión
La indefinición del PSOE es una llave que abre puertas para hablar con gente muy distinta. El problema es que todas esas puertas les llevan a buscar necesariamente piruetas políticas que en cualquier caso desembocan en gobiernos débiles, paralización legislativa y bloqueo. Es decir, si el PSOE se empeña en hacer un cordón sanitario al PP, liderará el gobierno menos líder y más corto (de tiempo, malpensados, jeje) de nuestra segunda restauración.