Pero ¿es que no tenemos remedio?
El mundo se está hundiendo definitivamente y no nos damos cuenta de ello porque no nos deja la Tv, qué cierto que era aquello de que los jodidos árboles no nos dejaban ver el bosque porque son todos esos canallas que dirigen las distintas cadenas los que constituyen los árboles que nos cierran el horizonte.Porque se necesita ser muy canalla para tratar de destruir el cerebro de todos esos que se emboban ante el televisor con Belén Esteban o Cristiano Ronaldo, ya que yo creo que es peor eso que matar realmente a la gente.Pero todos hacemos como que no nos damos cuenta de la prostitución que realizamos dejándonos llevar por esta alegre práctica que es, en realidad, el espectáculo más triste del mundo porque oyes a todos esos listos, que son los periodistas/locutores, hablando de toda esta mierda como si se tratara de lo más importante que sucede en el mundo cuando sólo se trata de la práctica moderna de aquella táctica infame de los emperadores romanos que destruían también el alma de la gente haciéndoles contemplar cómo los leones devoraban a otros seres humanos o se mataban entre ellos.O sea que esto de embrutecer a la gente siempre ha sido y parece que será siempre uno de los medios que utilizan los gobernantes para manejar mejor a los pueblos.Y lo peor de todo es que ninguno de nosotros, los sometidos a este continuo y profundo lavado de cerebro, no sólo no nos damos cuenta de ello sino que pensamos que somos gente sana mentalmente y libre espiritualmente y que nadie influye, por supuesto, sobre nosotros.Cuando lo pienso, esta ceguera de todos, incluso de mí mismo, que me veo tan crítico con todo lo que ocurre a mi alrededor, me produce auténticos escalofríos por lo que representa de la propia degeneración ya que lo que hacemos en estas condiciones no es ya no vivir, ni siquiera sobrevivir sino arrastrarnos repugnantemente como verdaderos reptiles.Porque no es de seres humanos haber abdicado de toda nuestra dignidad y permanecer impasibles ante ese continuo lavado de cerebro al que nos someten todos esos tipos que escriben cotidianamente en los periódicos o parlotean como cacatúas en la tv, ofendiéndonos con sus torpes mensajes tendentes, sobre todo, a que nos sometamos incondicionalmente a lo que quieren sus amos, los directores, editores o propietarios de esos asquerosos medios que prostituyen la sagrada función de informar a la gente.Y la cosa, cada día, va peor porque la masa se está ascostumbrado no sólo a que la engañen sino a que la manejen, a que le digan, cada día, no sólo lo que deben de hacer sino pensar y así estamos cayendo en esta infamia de elegir para que nos gobiernen, para que dirijan nuestro destino y el de nuestros hijos, a los que han demostrado carecer por completo de cualidades éticas e intelectuales para hacerlo, de manera que están accediendo a las más altas magistraturas de las naciones lo peor de cada casa, en el más estricto de los sentidos, no ya inmorales absolutos, ostentosos y manifiestos, como el tal Berlusconi, sino tipos carentes de la menor vergüenza como nuestro Camps, o personajes que, seguro, van a ser absolutos desastres como Rajoy, que parece incapaz de adoptar decisiones y cuando las toman son terribles, desde cualquier punto de vista.De modo que te sobrecoge el ánimo la desesperanza cuando ves cómo el mundo, y nuestro país, van directamente encaminados a que asuman la dirección del destino de los mismos gentes que no sólo son incapaces de actuar decentemente sino que, además, lo saben y sin embargo no tienen el menor reparo en asumir una tarea que abocará a toda la humanidad a un irreparable desastre, que las pocas personas que quedan con sentido común y responsabilidad no se cansan de pronosticar.Es por eso que nosotros anunciamos un inevitable suicidio colectivo que sólo hace un par de años ha estado a punto de llevárselo a todo por delante como un auténtico y esperado tsunami.