La Hacienda Nápoles es una inmensa finca de 3.000 hectáreas que simbolizó el éxito del narcotraficante y narcoterrorista Pablo Escobar.
Situada en Puerto Triunfo, Antioquia, Colombia, fue comprada por Pablo Escobar en 1978 y rápidamente convirtió la finca en una lujosa urbanización que contaba con hoteles de lujo con decenas de habitaciones, carreteras, seis piscinas, 20 lagos artificiales, una pista de aterrizaje de aviones donde podía despegar un avión Hércules, helipuertos, hangares, y una exótica arborización que incluía palmeras gigantes y establos con caballos.
Se dice que la avioneta que coronaba la entrada a la Hacienda fue la primera que Pablo Escobar envió a Estados Unidos cargada de cocaína.
Por si esto pareciera poco, en la Hacienda Nápoles había una plaza de toros, coches de carreras, motos náuticas, motocicletas para paseos turísticos, además de un Chevrolet modelo 1934 al que se le había llenado de balazos para hacerlo parecer al de los legendarios delincuentes Bonnie y Clyde o Al Capone, a quien Escobar admiraba.
Contaba con un importante zoológico, con rinocerontes, elefantes, camellos, hipopótamos, cebras, jirafas, grullas, impalas, venados, dantas, canguros, flamencos, avestruces, una pareja de loras negras únicas en el mundo, entre otros, eran exhibidos allí, aunque según Roberto Escobar, hermano del capo, no se incluyó ningún animal feroz como depredadores o serpientes.
En esta finca se empezó a escribir una de las páginas más trágicas de Colombia. Según cuenta el lugarteniente de Pablo Escobar, "Popeye", fue aquí dónde se conocieron y sellaron su pacto de colaboración el miembro de ETA Miguel, experto en explosivos, y Pablo Escobar, iniciando de esta manera lo que se llamó el narcoterrosimo, que sembró de coches bomba y terror a Colombia, causando cientos de muertos.
Tras la muerte de Pablo Escobar en 1993 la finca quedó abandonada. Los cientos de empleados la abandonaron y muchos de los animales fueron repartidos entre distintos zoológicos. Curiosamente los animales que más problemas dieron fueron los hipopótamos, escaparon de la hacienda y se reprodujeron profusamente, causando importantes daños en las fincas colindantes. La finca fue objeto del pillaje y muchas personas buscaron en las edificaciones supuestos escondites secretos en los que habrían inmensas riquezas.
La Hacienda Nápoles en la actualidad.
Hoy en día la Hacienda Nápoles es un parque que contiene animales salvajes en su ecosistema, además de un acuario, una gran colección de mariposas e incluso una zona dedicada a los dinosaurios, una simulación de un parque jurásico.
Sin embargo la principal atracción de la Hacienda Nápoles sigue siendo el legado de Pablo Escobar. El visitar los restos de la inmensa mansión en la que Pablo Escobar pasaba muchas temporadas y realizaba sus malévolos planes además de las orgías que fueron famosas en su tiempo, sigue siendo la principal atracción turística.
Recientemente escribí en ese mismo blog una entrada titulada Las casas de los capos de la droga de Colombia en sus islas privadas que seguramente le interesará.