La Agencia Tributaria ESpañola está ávida de recaudar, cuando y donde sea, sobre todo si es fácil y no conlleva ningún escándalo mediático. La nueva estrategia consiste en "vigilar" los perfiles de las Redes Sociales en busca de todos aquellos cuidadanos que, de alguna forma, presumen en ellas de adquisiciones que luego, por sus ingresos, no es posible justificar.
Para que nos entendamos, si un usuario de Facebook publica en su muro que acaba de adquirir un ordenador portátil Apple de última generación y resulta que su situación contractual es en desempleo, puede recibir la visita de un inspector de Hacienda a pedir explicaciones por tan generoso dispendio.
Esto no es algo original de la Agencia Tributaria Española, ya que se lleva haciendo así en varios países, siendo punta de lanza EE.UU., donde no se oculta que se vigila a los contribuyentes a través de la Redes Sociales. En España el motivo deriva de la falta de recursos para los inspectores a la hora de atajar los delitos fiscales. Al no disponer de medios económicos, tampoco esconden que una de sus tareas consiste en observar los movimientos de los presuntos defraudadores a través de Twitter y Facebook, fundamentalmente.
En el momento en que alguien presume de gastar más de lo que ingresa, la Hacienda Tributaria inicia el proceso de investigación. Si se llega a demostrar fraude, automáticamente se procede a la sanción económica o incluso penas de cárcel si así lo requiriera el caso. Uno de los objetivos más buscados son los titulares de páginas webs que tienen programas de publicidad en sus portales, revisando su tráfico de visitas con lo que después declaran a la Hacienda Tributaria. En este sentido hay que decir que esta práctica no es, bajo ningún motivo, ilegal.
Para otros casos más conocidos, como muchos ciudadanos conocemos, habrá que esperar a que los periódicos lo denuncien y esperar años de procesos judiciales para saber la verdad. O que a alguien le toque la lotería SEIS VECES y no despierte sospecha alguna en la Agencia Tributaria. Resulta curioso que se vigile a simples ciudadanos por si han gastado más de lo que ingresan y ni se intente con aquellos que, de forma descarada, viven muy por encima de los sueldos que supuestamente ganan. Por lo tanto, mucho cuidado con lo que se publica en las Redes Sociales.