De los 365 días del año, 48 los he pasado viajando. ¿Mucho o poco? Teniendo en cuenta que tengo un mes de vacaciones, no me puedo quejar. Eso sí, aprovechando también los días de Semana Santa, puentes y algún fin de semana y no dedicar ni un solo día de vacaciones en tareas inútiles como ordenar armarios, ir de compras o limpiar a fondo la cocina, por poner algunos ejemplos.
Mi ilusión sería emprender un viaje largo, sin destino fijo ni fecha de vuelta, pero sé que todavía no es el momento y por eso no lo voy a pedir como deseo para 2010 cuando esta noche levante mi copa para brindar. Lo que sí voy a pedir es lo de siempre: mucha salud para la familia y amigos y que no falte el trabajo, que en los tiempos que corren nunca se sabe. Es lo que realmente me importa y si se cumple, nada me impedirá seguir conociendo rincones de ese maravilloso Planeta que tanto nos ofrece.
Respecto al presente blog, he sido más o menos constante a lo largo del año y en 46 entradas he intentado transmitir mis sensaciones y aportar algo de información, ayudándome siempre con algunas fotografías tomadas en nuestros viajes.
Recapitulando…
El primer trimestre del año fue tranquilo hablando de viajes. No salimos del letargo invernal hasta el mes de abril, cuando los días son más largos y se disparan todas las alarmas.
Aprovechamos la Semana Santa para conocer el pequeño país de Luxemburgo. Las distancias son cortas lo que permite recorrerlo en pocos días. A pesar de que me robaron el bolso con toda la documentación, lo que supuso un pequeño contratiempo, para nada decayó mi estado de ánimo y pasamos unos días estupendos. Es curioso que habiendo viajado a muchos países considerados peligrosos o con elevados índices de delincuencia, haya sido en Luxemburgo con una de las rentas per cápita más elevadas del mundo, la única vez que me han robado.
Además de la capital, visitamos otras zonas del país como la Región de las Ardenas con pueblos tan interesantes como Ettelbruck, Diekirch, Vianden, Clervaux o Esch sur Sûre. La conocida como “pequeña Suiza” es la región de Mullerthal y viajamos hasta Larochette, Beaufort o Echternach. También merece la pena descubrir los pueblos que baña el Mosela desde Wasserbillig hasta Schengen, pequeño pueblo conocido por el Tratado Europeo que lleva su nombre.
Las vacaciones de verano las destinamos a Sudáfrica y una corta estancia en Swazilandia. Nuestro principal objetivo fueron los Parques Nacionales, entre ellos Kruger, Addo o Tsitsikama. Dormimos en Cabo Agulhas, el punto más septentrional del continente africano, recorrimos la llamada Ruta Jardín, volamos hasta Cape Town para conocer la ciudad y sus alrededores, llegamos al mítico Cabo de Buena Esperanza, recorrimos viñedos y observamos muchos animales. También tuvimos ocasión de caminar por algunas calles de Soweto donde la miseria más absoluta, el SIDA y la delincuencia muestran la otra realidad de uno de los países más ricos del continente negro.
El primer fin de semana de octubre fuimos hasta Madrid para compartir un par de días con los amigos del foro de viajes de Lonely Planet. Sele y Rebeca, magníficos anfitriones, nos organizaron la corta estancia para hacer algo de turismo, comer bien y hablar mucho de nuestra común afición o adicción. El encuentro salió tan bien que ya tenemos programados dos más: Cambridge para el próximo mes de febrero y Barcelona en abril.
Al cabo de pocos días viajábamos hasta Alemania. En esta ocasión nos acompañaron también mis padres que a pesar de su edad me demuestran en cada viaje su ilusión por conocer los lugares que siempre soñaron y no pudieron hacerlo en su juventud. Y yo encantada de ayudarles a conseguirlo. Pocas cosas me producen tanta satisfacción y me hacen sentir tan bien conmigo misma.
Nos alojamos cerca de Fussen, en un lugar idílico junto a un lago. Nos movimos por Baviera y visitamos la animada ciudad de Munich y el castillo de Neuschwanstein. Hicimos una escapada a Austria, donde además de visitar Innbruck, pudimos admirar los bucólicos paisajes tiroleses y sus pueblos de cuento.
En noviembre apuramos todos los días de vacaciones que todavía nos quedaban y volamos hasta Hong Kong, una ciudad que me sorprendió por muchas razones. Su carácter cosmopolita, la mezcla de culturas, la fusión de oriente y occidente, sus templos, el eficaz transporte público, la deliciosa comida, sus jardines, sus islas …
También visitamos la antigua colonia portuguesa de Macao, interesante lugar cargado de historia.
Planes para 2010 tenemos muchos. Ilusiones que algunas de ellas se harán realidad, o al menos así lo deseo. De momento no hay nada concreto, sólo una lista interminable de lugares pendientes. Aquí en el blog os espero. Muchas gracias a todos y Feliz Año 2010.