Haciendo nuestros propios cuentos accesibles. ¡Lectura para todos!

Por Vanesapp
Dentro de los programas de estimulación que seguimos con Rodrigo, uno de los más importantes dada la edad que tiene es el de Lectura.Y os preguntaréis, ¿lectura?¿un niño que no habla?Pues sí.Desde que comenzáramos en el año 2009, se han trabajado no sólo áreas motoras, sensoriales (a todos los niveles), de propiocepción, vestibulares, gateo...sino también a nivel de inteligencia. Y esto ha ido evolucionando según sus progresos y, evidentemente según su edad.Rodrigo entiende, y mucho. El problema es que no tiene las herramientas para dar salida a todo ese cúmulo de conocimientos que ya forman parte de su mundo.Y ahí es donde entra en juego su capacidad de comprensión lectora. 
Ya he comentado en alguna que otra ocasión que comunicar no es sinónimo de hablar, de lenguaje oral, que hay formas y formas de transmitir: con lenguaje de signos, mediante la escritura, mediante la mirada, los gestos...Así él, con pocos, muy pocos gestos (menos de los que nos gustaría) pero con sus sonidos particulares, la modulación de los mismos, y sobretodo su mirada e intención comunicativa ha conseguido crear un lenguaje alternativo en el que, no sin poca dificultad y mucha frustración, conseguimos capear el día a día.Pero es que además, ha conseguido aprender a leer. Fieles al método Doman, no en su forma purista, pero sí en cuanto a Bits de Inteligencia se refiere, hemos centrado parte de su programa de estimulación en la enseñanza de la lectura. Primero el alfabeto, luego palabras sueltas, luego frases, y ahora le toca el turno a los cuentos.Esto se mide. No es que lo sepamos así, por ciencia infusa. La evaluación se realiza de manera minuciosa -por profesionales- mediante técnicas de selección y preferencia visual. Y os lo prometo: identifica completamente y comprende a la perfección las palabras. Es muy alucinante.Y los cuentos le encantan. Ha pasado de la indiferencia más absoluta a arrimarse en un suspiro en cuanto ve que vas a contar una historia a sus hermanos (parece que cuando la cosa va por él no le interesa tanto, por llevar la contraria, vamos...)Así, tras una serie de recomendaciones, este semestre nos disponemos a adaptar nuestro propio material para contar cada semana con dos cuentos que él pueda manipular, leer facilmente y disfrutar.¿Queréis ver cómo lo hemos hecho?
Lo primero: localizar cuentos. Aquí no hay grandes almacenes como en la península ni grandes librerías como para hacerte con un buen surtido de libros de 1 o 2 €. Ni siquiera los poco chinos existentes tienen gangas así. Por eso, me puse manos a la obra con colecciones de segunda mano  por internet, y conseguí para comenzar esta de "El zoo de los números", de la editorial Bruño, por 10€ que ya teníamos pero referente al alfabeto:

Lo siguiente, escribir nuestro propio texto con letra de caligrafía, más grande y en rojo.¿Por qué en rojo? Porque el impacto es mayor, resulta más fácil de leer a los niños pequeños o con inmadurez visual y es por una sencilla razón fisiológica. El ojo humano cuenta con aproximadamente con 140 millones de receptores, de los cuales 6 millones son conos (receptores del color) y el resto bastones (receptores de la sensibilidad a la luz).Existen tres tipos de conos que corresponden a tres longitudes de onda de luz diferentes, es decir a tres colores: rojo, verde y azul, que serán los colores primarios. Pues bien, de esos seis millones, un 64% corresponde a los rojos,  un 34% a los verdes y un 2% a los azules. Como véis, la predisposición a leer de manera más fácil una palabra en rojo no es casual.
Como decía, adaptamos el cuento en la medida que podamos. 
La idea, que el niño pueda manejar un cuento de un tamaño medio, cómodo, tenga una letra con un tamaño accesible y pueda disrutar del libro, toquetearlo, y escucharlo. Estoy deseando probarlo y contaros qué tal. 
La lectura es un bien que debe estar al alcance de todos, y no resultar extraordinario que llegue a nuestros niños, sino algo normal.¿Verdad?