Ya he comentado en alguna que otra ocasión que comunicar no es sinónimo de hablar, de lenguaje oral, que hay formas y formas de transmitir: con lenguaje de signos, mediante la escritura, mediante la mirada, los gestos...Así él, con pocos, muy pocos gestos (menos de los que nos gustaría) pero con sus sonidos particulares, la modulación de los mismos, y sobretodo su mirada e intención comunicativa ha conseguido crear un lenguaje alternativo en el que, no sin poca dificultad y mucha frustración, conseguimos capear el día a día.Pero es que además, ha conseguido aprender a leer.
Lo primero: localizar cuentos. Aquí no hay grandes almacenes como en la península ni grandes librerías como para hacerte con un buen surtido de libros de 1 o 2 €. Ni siquiera los poco chinos existentes tienen gangas así. Por eso, me puse manos a la obra con colecciones de segunda mano por internet, y conseguí para comenzar esta de "El zoo de los números", de la editorial Bruño, por 10€ que ya teníamos pero referente al alfabeto:
Como decía, adaptamos el cuento en la medida que podamos.
La lectura es un bien que debe estar al alcance de todos, y no resultar extraordinario que llegue a nuestros niños, sino algo normal.¿Verdad?