Kelley es una joven que sueña con triunfar sobre los escenarios. Quiere ser una gran actriz. Cuando la chica que hace de principal en la obra de teatro que están preparando sufre un percance, ella tiene la oportunidad de su vida sin embargo, no sabe que le espera algo más importante.
Sonny es un jano, trabaja para Oberón uno de los reyes del Otro Mundo. ¡Ah! ¿Que cuál es su trabajo? Bien, es algo así como vigilante nocturno. Su misión no es otra que evitar que seres del mundo mágico, traspasen las puertas y pisen el mundo mortal.
Durante esos días Sonny y sus doce compañeros, los Trece Guardianes, tienen trabajo para reventar pero, en esta ocasión será diferente. Ya os he comentado antes que no hay un solo rey, hay más monarcas. La más importante será Mabh, malvada de la cabeza a los pies, que pondrá muy difíciles las cosas a los protagonistas.
Y, ¿cómo se conocen el uno y la otra? Gracias a un caballo, sí nada de un amigo común o un tropezón en la calle. Un día, la joven que está paseando por Central Park, que oculta el mundo mágico, se encontrará al animal en apuros.
Así es como surgirá el amor. Será un flechazo mutuo. ¡Ains! ¡Quién me dijese Polvorilla, como la llama él a ella cariñosamente! El jano descubrirá pronto que la joven es especial y ¡de qué forma!
Lesley Livingston nos trae una trilogía sobre fantasía urbana. El segundo libro, Los cuatro tronos, vio la luz en mayo. Yo no tardaré en “atacarlo” porque he disfrutado mucho leyendo la primera parte.
Los ingredientes clave de esta novela juvenil son el amor y la acción. He disfrutado con sus personajes centrales: una chica independiente y positiva y un muchacho duro pero muy majo. Ambos, al igual que el resto de secundarios, resultan creíbles.
Pero claro, todo ello no tendría gracia sin una buena pluma como la de la escritora estadounidense que ha conseguido que me sumerja de lleno en esta mágica historia. ¡Hasta la próxima devorador@s!
Agradecimientos Viceversa