Como no nos ha tocado el Gordo, hagámonos eurofuncionarios. Trabajo para toda la vida y sueldos líquidos mensuales y sin impuestos desde 2.200 euros si sólo tenemos educación primaria, categoría D; pero si somos universitarios, categoría A, cobraremos a partir de los 13.000.
Todo además con suplementos por destino, casa, seguros y estudios para toda la familia. La Comisión Europea dice que con tan solo unos 32.000 funcionarios, de los que unos 2.200 son españoles, gobierna a 27 países que suman 502 millones de habitantes en 4,3 millones de kilómetros cuadrados.
Bien. Pero según el think tank británico Open Europe, para la UE trabajan realmente 170.000 personas. Si la Comisión da un número tan bajo es porque sólo cuenta a su propio personal, no al del resto de las instituciones, incluyendo agencias, expertos o “embajadas” regionales, como las de las CC.AA. españolas.
Por ejemplo, el Parlamento tiene unos 6.300 empleados, de los que 425 son españoles. El Consejo tiene 3.230 funcionarios, unos 215 son españoles.
La Corte de Justicia, uno de sus organismos más lentos y burocráticos, tiene unos 3.000 funcionarios
A los 58 años, y si todos estos funcionarios han trabajado diez en la UE, tienen ya derecho a jubilarse en buenas condiciones, aunque la edad para percibir las máximas prestaciones está en los 65.
Claro que siempre es mejor ser uno de los 754 europarlamentarios, 54 españoles, que cobran unos 11.000 euros mensuales entre sueldo y complementos por dietas, aparte de numerosas gabelas sólo por moverse unos metros.
La Comisión propone ahora subir el 1,7 por ciento los sueldos de todos, pero el Reino Unido se opone: quiere ahorrar 6.000 millones bajándolos y retrasar las jubilaciones a los 68 años.
Pese a la Pérfida Albión, heredera de Thatcher, hagámonos eurofuncionarios.
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SALAS