Hágase un nombre mijo

Publicado el 22 abril 2015 por Purasvitae @PurasVitae
Le dice la madre al chico que no está seguro de quién es el padre, si el que tiene azotado al barrio o el borracho que es medio primo, medio hermano o medio algo de su vieja. ¿Cómo me hago un nombre? Se preguntaba muchas veces y siempre escuchó una respuesta diferente. El nombre se hace desde la honradez hijo, le decía el cura que a pesar de su juventud tenía una gran convicción que entre todos podrían sacar el barrio adelante. La vaina es guisando carajito, le dice el tío que siempre fue adeco pero desde que la revolución llegó se hizo rojo rojito y hasta concejal logró aunque por ello la mujer lo dejo. Mira mariquito, aquí tienes que estar despierto, cuando tengas edad suficiente te enseño a utilizar un hierro pa que no andes de pendejo, le decía aquel que podía ser su papá pero no sabría cómo confirmarlo.

(Fuente: http://www.larepublica.pe/)

Lo mismo le dice el padre con una pared llena de títulos, una carrera dedicada a construir una vida, una familia y lo más deseado, una fortuna. Hágase un nombre hijo, que le llamen doctor, que le llamen maestro, pero que le llamen; le insistía el viejo dibujando círculos en el whisky que se acababa de servir. El hijo aunque lo pudo tener todo no estaba seguro qué quería en la vida, inclusive no estaba seguro si le gustaban las mujeres pero a los efectos del padre, tenía una novia que le ayudaba en la situación. Como yo estudié derecho hijo, por ahí tendrá buenos contactos y la plata nunca le va a faltar, pero haga lo que haga, hágase un nombre. Al muchacho le brillaban los ojos cuando veía una cámara, estaba encantado con la fotografía pero temía enfrentar a su viejo y todo un ejército de familiares intentando salvar el honor de su familia.

(Fuente: http://www.el-nacional.com/)

Nuestro primer muchacho consigue entrar en alguna misión del régimen y empieza a recibir dinero por ello. Quiere trabajar pero al ver la entrada de dinero prefiere seguir entrando en cuanta misión le dejen, de estudiar ni hablar, aunque eso le hace recordar el bendito hágase un nombre mijo. Consigue comprarse una moto, tiene novia por días de la semana y entre la caña y la droga cree estar haciéndose un nombre. Mal día cuando la dictadura empieza a reducir las ayudas en las misiones, que no están mandando los reales, que hay que mandar los papeles, que cambiaron la lista y la verdad es que no hay real.

(Fuente: http://inmigracion.about.com/)

El otro muchacho va estudiando derecho, cosa que no le gusta, pero consigue hacer un curso de fotografía, aquello que le alegraba la vida. Su padre intentaba quitarle aquella fascinación poniéndolo a trabajar en el escritorio jurídico y el chico acepta pero no abandona su pasión fotográfica. El padre reúne a la familia, debe salir del país porque un amigo tiene un problema, nadie dice nada aunque la cara de su mujer ansiaba una explicación, nuestro muchacho mirando al suelo señala: Es uno de los tipos que están metidos en las cuentas de los bancos de Andorra y Liechtenstein. El papá se le iba a ir encima pero la madre con la mirada detuvo el intento, márchate y hablamos cuando regreses fue el final de la jornada incómoda.

(Fuente: http://confirmado.com.ve/)

La escasez se siente en el barrio, la pobre madre que trabaja en el ministerio de día y la universidad de noche no se da abasto y el hijo en lugar de aportar empieza a robar comida y plata en la casa. El cura trata de detenerlo pero el chico se enamora de aquel que tiene azotado al barrio, no robes a la vieja, robemos a los pelucones, por día podían conseguir miles de bolívares robando celulares, anillos y hasta comida de aquellos que venían de algún supermercado. Al cabo de pocos días la vieja lo verá por última vez.

(Fuente: http://www.freepik.com/)

Fotos del Ávila, fotos de los amigos, todos de los matrimonios de los amigos, fotos de Venezuela. Este chico decide cambiar la abogacía por la fotografía, irónicamente un pasante del bufete del papá se había convertido en su pareja. Aquel le pedía que se fueran del país porque las cosas iban de mal a peor pero el chico que intentaba hacerse un nombre pensó que lo mejor era quedarse, valía la pena luchar. Se va de la casa y se mudan a una zona que aunque de día era muy transitada y hasta aguardaba recuerdos de su antigua belleza, de noche era una grandísima boca de lobo.

(Fuente: http://www.espanol.rfi.fr/)

Hágase un nombre o se lo ponen en la loza de la tumba que como muchas historias de venezolanos anónimos, todo termina en un cementerio antes de lo pensado. Nuestro primer chico se hizo un nombre como asesino y en un hecho que apenas la oscuridad dejó ver, se llevó a nuestro segundo chico que creía estar empezando a hacerse un nombre. Pero las cosas de la vida, el que asesinó murió también, ante la rabia de la pareja que el dolor le partió el alma hasta creer que la muerte de aquel y de él sería el mejor final.

(Fuente: http://www.popcaketizate.com/)

Así hay decenas o centenas de historias de venezolanos que tienen ante sí el reto de sobrevivir pero la total ausencia de oportunidades, valores y ejemplos los lleva al camino de montarse en una moto e ir de carro en carro hasta que una bala que va, vuelva. Los otros que teniendo alguna oportunidad o muchas oportunidades, que tienen fe y esperanza ven su vida truncada por aquella bala que vino y no pudieron evitar.

(Fuente: http://entodonoticias.com/)

A la dictadura, es decir al chavismo, al PSUV y alguna parte de la MUD,  poco o nada le importa lo anterior. La diatriba política es el alimento para que el país siga transitando su desierto donde muchos se van, muchos se quedan pero todos peleamos por cualquier tropiezo que veamos.

(Fuente: http://ecorina.blogspot.com/)

Dios los libre vivir una historia así, pero especialmente libre a Venezuela de seguir padeciendo historias así…