Los trenes pasan,
ni relojes ni sombras
tú y yo seremos.
*
Un tren sin vías
conduce hacia la muerte
de los románticos.
*
No hay estaciones
ni andenes en tu rostro:
nadie te habita
*
Un grito solo,
atropelladamente,
cerró tu boca.
*
A los poetas
dejadles el aroma
del carbón viejo.
*
De corazón
a corazón te canto:
por cercanías.
Jesús Urceloy
De su libro DICIEMBRE Noticias desde el yermo