Todos somos Haití
Hace ya cinco años del terremeto que desvastó Haití y todavía se pueden sentir sus efectos en la población. Haití ha sufrido mucho como ya escribí hace dos años en Haití, terremotos y barcos fantasma. Pero a las personas no se pueden olvidar, así como todo su sufrimiento. Hay caminos de esperanza gracias a la ayuda de mucha gente, pero todavía queda un largo camino por recorrer.
Reportaje a los tres años del terremoto.
Y tampoco podemos olvidarnos de quien luchó tanto por la libertad de expresión en estos días tan convulsos por los recientes atentados parisinos, como lo fue el periodista español Ricargo Ortega.
A mi me encantaban sus crónicas y recibí un fuerte mazazo cuando me enteré de su asesinato un 7-3-2004. Los caminos del poder son inescrutables y nunca sabes hacia donde se va a escapar un tiro ni a quien de soslayo puede atravesar.
Por eso mismo no podemos tolerar que el miedo nos acalle (Je suis Charlie) y debemos siempre recordar y poner en valor a quien lucha para que podamos recibir una información "veraz" tal y como defiende nuestra Constitución, y no a quien "hurga" en las vidas ajenas se enriquece con ello y encima se hace llamar "periodista". Mi homenaje a Ricardo Ortega en forma de soneto:
Cuenca de Corazón grande
En Haití sangra una abierta herida en el abdomen no por piratas, ni esclavistas... ni dictadores ni por esos terremotos tan devastadores; sino porque te abocajaron a cuatro días del 11-m.
Un periodista de Nueva york a los Balcanes frenó los balazos del ladrón más execrable; el que roba a quien no tiene, es tan despreciable que duelen más sus corruptelas que los huracanes.
Eras de la mejor Cuenca de corazón grande "Garganta profunda" y la verdad saben tu nombre y siempre gritarán: "Ricardo Ortega Fernández".
Chema García