El paraje donde se ha descubierto el puerto, es conocido desde tiempos inmemoriales como "el mercado dos mouros".
Los cuentos de viejas siempre merecen ser escuchados. A poco que se les preste atención, a poco que se separe un poco la paja, las historias que han ido pasando de generación en generación se convierten en una puerta hacia grandes descubrimientos. Eso es lo que ha pasado en Valga. A orillas del Ulla, en un rincón perdido de este ayuntamiento, un grupo de arqueólogos acaban de descubrir lo que, entre el siglo II antes de Cristo y el V después de Cristo, fue un pujante puerto comercial.El descubrimiento llegó casi por casualidad. El alcalde de Valga oyó hablar, en uno de sus viajes, de la existencia de un documento que ubicaba en la parroquia de Santa Cristina de Campaña de un puerto fenicio. La novedad quedó registrada en la memoria del regidor, que acabó compartiéndola con un vecino de la zona, apasionado por estas historias de la historia. «Se está aquí, atopámolo», dicen que respondió Pepe. Y debe de ser verdad, porque fue él el que ayer recordó la anécdota en Agro de Xaz. Su búsqueda no tardó en llevarlo a este recóndito rincón de la ribera del Ulla, bautizado desde tiempos inmemoriales como «mercado dos mouros».
Y es que mercado, por lo que se ve, allí había. Y de los buenos. Según David Fernández, el arqueólogo que dirigió las primeras excavaciones en este lugar, Agro de Xaz es una auténtica mina arqueológica. Una simple investigación superficial daba cuenta de esa riqueza, ya que los fragmentos de cerámica y tejas se veían casi a simple vista.
LOS TRABAJOS
Así que allí, con una ayuda de 6.000 euros concedida por la Xunta, se realizaron unas excavaciones que permitieron descubrir un puerto. Eso sí, no es fenicio: es de época romana, y está datado -al menos inicialmente- entre los siglos II antes de Cristo y V después de Cristo. El puerto, y el poblado aledaño, fueron coetáneos, pues, de otros lugares arqueológicos como el de A Lanzada. Con este podrían existir muchos paralelismos aún por descubrir.
Pero para poder seguir destapando lo que el fértil y húmedo suelo de Agro de Xaz esconde, es necesario hallar primero recursos. El alcalde, que visitó la zona en compañía del secretario general de Cultura, Anxo Lorenzo, explicó que ya se han iniciado los trámites para que este yacimiento pase a formar parte del Inventario de Bens Arqueolóxicos de la Xunta de Galicia.
Tras este primer paso, se buscará su entrada en otro inventario: el de bienes patrimoniales. Paralelamente, el Concello ha solicitado que se inicie el expediente para lograr que Agro de Xaz sea catalogado como BIC. «É un proceso longo e complicado, que chega a durar anos», avanzaba Lorenzo. El alcalde, Bello Maneiro lo sabe. Pero en estos momentos, más que ver culminado el expediente, lo que le interesa al gobierno local es la apertura del expediente para poder optar a las ayudas que el Ministerio de Fomento concede cada año con cargo al 1 % cultural.
Mientras no llegan esos fondos, las pequeñas catas abiertas en el suelo volverán a taparse hasta que llegue su hora.