Director: David Gordon Green
Si una nueva película de "Halloween" era necesaria lo dudo, pero en el fondo me da lo mismo, no soy seguidor de la saga y apenas he visto la primera, la de Carpenter, porque le dedicamos una especie de retrospectiva a su obra. Esta "Halloween", del año pasado y dirigida por David Gordon Green (y con un montón de nombres esenciales involucrados, como el mismo Carpenter), que es una secuela "en tiempo real" que transcurre exactamente cuarenta años después de la primera película que lo originó todo, nos muestra a una Jamie Lee Curtis con traumas y esas cosas, viviendo en una fortaleza en medio del bosque, con una hija que no quiere saber nada de ella y una nieta algo más comprensiva con su pobre abuela, atormentada aún por los sanguinarios actos de Mike Myers, quien, por cierto, está encerrado en una institución mental. Esta película pretende ser el capítulo final, el enfrentamiento definitivo, que lo cierre todo, entre la chica ahora ya vieja y el célebre asesino en masa (dudo que calce como asesino serial), si bien ya se está preparando una secuela porque, miren ustedes, no vemos a Mike Myers morir realmente, "misterio" y "ambigüedad" que, claro, sustenta cualquier continuación. En fin, el asunto es que Mike Myers es trasladado hacia otra prisión/institución mental, el bus que los trasladaba sufre un accidente y nuestro asesino nuevamente escapa para, adivinen, atormentar a Jamie Lee Curtis, embrollo en el cual también se ven involucradas sus hija y nieta. La película, en palabras simples, es un despropósito sin pies ni cabeza que no se justifica en ningún momento; que no aporta absolutamente nada a lo creado por Carpenter (hasta replica varias imágenes del film original, a veces con una leve vuelta de tuerca); y que no goza de suspenso ni tampoco da miedo o terror, pues de repente el Mike Myers mata a alguien y listo, entre gritos y caras de espanto y conversaciones tontas y explicativas uno debe tomarse esto en serio, y para qué tanto enredo, para qué doctores locos, adolescentes tontos y con menos carisma que una piedra, policías ineptos (el asesino se pasea tranquilamente por un pueblo que, en teoría, está repleto de policías buscándolo) y otros personajes que entran y salen sin orden ni concierto (¿qué demonios pinta el negro?), y, desde luego, otra niñera que es asesinada mientras ve películas de terror "antiguas", para que todo eso, digo, si todo se reduce a conducir a Mike Myers a la fortaleza de su chica favorita. No negaré que hay un par de escenas bien resueltas, fugaces y casi imperceptibles momentos de verdadero suspenso, siempre disuelto burdamente casi como si el mismo director no se tomara esto con el debido profesionalismo: como si, pudiendo hacer algo bien, deliberadamente prefiriera hacerlo mal, de forma mediocre. Y, siendo serios, a estas alturas ya debemos saber que Mike Myers debe ser inmortal o algo así: le disparan en el pecho con un revolver; le disparan en la cara con un rifle; una camioneta gigante policial lo embiste de frente con tal fuerza que podría partir en dos a un león o un oso pardo; lo incineran y ahogan con gas... ¿y sigue vivo? ¿Y nuestras chicas? ¿Se van a cambiar de ciudad y van a quedarse ahí mismo para que Myers las vuelva a encontrar? No lo sé, "Halloween" (2018) no funciona de ninguna forma. No es tan terrible de ver si uno acepta que es una ridiculez que se pasa relativamente volando, pero de que es mala, lo es... y con creces. Olvídenla si pueden.