Es curioso esto de la multiculturalidad, aunque más bien creo que es una cuiestión de comercialidad, si puede decirse. El hecho incuestionable de la inmigración hace que convivan juntas personas de muy distinto origen, cada uno con sus costumbres y sus creencias. Y esta sociedad nuestra, la española, está siempre dispuesta a absorber todo lo que viene de fuera, y si en los últimos años hemos adoptado como nuestro a Santa Klaus, eso sí, sin abandonar a nuestros clásicos Reyes Magos, con el componente comercial y consumista que eso conlleva, habilitando dos noches "mágicas" de regalos para nuestros niños, también en estas fechas hemos adoptado la fiesta de Halloween. Esta noche, la gente se irá de fiesta, se disfrazará de vampiro, momia o monstruo y se divertirá en la noche previa al día en la que los españoles hemos honrado siempre a nuestros difuntos. Durante la última semana los cementerios se han llenado de esponjas, estropajos, productos de limpieza, y de gente, sobre todo de gente que durante todo el año no ha visitado ese lugar. Una semana frenética de compra de flores a precios salvajes. La tumba de mi familiar tiene que ser la más bonita, tiene que destacar por encima de todas. Y mañana, todos juntos, familias completas, llevarán esas flores que han pagado a precio de oro y recordarán, por un momento, a los seres queridos que ya no están con nosotros. Y entretanto, con este cambio que supone la multiculturalidad que ha traido la inmigración, nuestros niños se disfrazan y recorren las casas de los vecinos pidiendo dulces o dinero al son del "¿trato o truco?", Lo que me recuerda nuestra tradición navideña de pedir el aguinaldo, donde grupos de amigos, los quintos, cazadores, pescadores, etc., se reunian portando guitarras, zambombas, panderetas o cualquier tipo de instrumento de percusión y recorrían las calles y las casas solicitando copas de anís o coñac, polvorones y mantecados al ritmo de los villancicos típicos de cada pueblo o lugar. Tradición esta que fue desapareciendo y dando paso a los niñoz pidiendo a familiares o amigos unas monedas que les aliviaran las fiestas navideñas. Muy coincidente con la costumbre del trato o truco de Halloween, ¿no? Y como nos apuntamos a cualquier fiesta -los españoles somos así y eso me gusta- creo que tenemos que saber al menos de qué va y de dónde viene la fiesta de Halloween. Hay muchas páginas donde encontrar datos, pero me quedo con esta que os dejo aquí porque deja un pequeño resumen que nos puede servir para, cuando nos pongamos un disfraz y nos vayamos de fiesta esta noche, sepamos por qué lo hacemos. Historia de Halloween