Exploró un mostrador con montañas de calabazas de papel y máscaras para la noche
1. Víspera de la festividad de Todos los Santos, que los niños norteamericanos celebran rondando disfrazados las casas del vecindario, iluminándose con velas colocadas en el interior de calabazas vacías en las que practican unos orificios a modo de ojos y boca. (N. del T.)
Este párrafo procede, como a estas alturas ya saben, de la novela Desayuno en Tiffany's, de Truman Capote. Fue editada por Anagrama en 1990, con traducción de Enrique Murillo. Veinte años después, en un día como éste, a cualquier español tal aclaración podría parecerle un tanto extraña. Aunque no más que la imagen de unas monjas probándose máscaras, dispuestas a festejarlo.