Un clásico: servidor haciendo el tonto en el tren de camino a Tarragona
Lo prometido es deuda: como ya sabeís la gran mayoría de los que os pasaís por aquí, el pasado mes de octubre pasamos unos días de vacaciones en Port Aventura. Era la primera vez que visitábamos el parque y además coincidía con la celebración de Halloween (del 25 de septiembre al 21 de noviembre). Ni que decir tiene que nos lo hemos pasado genial, que hemos subido a un montón de atracciones y que hemos disfrutado de un Halloween por adelantado diferente al de otros años. Como hay muchas experiencias que contar, bastantes aspectos que comentar y cientos de fotos que enseñar (tranquilos, que con las fotos no os vamos a aburrir...), he decidido dividir esta recomendable experiencia en varias partes, y comenzar por nuestro alojamiento, el Hotel Gold River, ambientado en el Far West.Pero primero, un pequeño apunte: la mejor opción para visitar Port Aventura es en vuestro propio coche. Nosotros fuimos en tren desde Bilbao hasta la nueva estación del AVE en Camp Tarragona. Pues bien: tuvimos que coger un autobús desde dicha estación del AVE (que está en mitad de la nada) hasta la Estación de Autobuses de Tarragona, de ahí otro autobús a Salou, y por último, un tercer bus desde Salou al parque. Además, el Hotel Gold River es el único del parque que no tiene acceso peatonal y hay que acceder en coche. Por suerte te vienen a recoger del propio hotel con un coche hasta la entrada de Port Aventura, y nosotros tuvimos suerte y apenas tardaron 5 minutos.
Escultura en la rotonda de entrada al Gold River
Para empezar, el Hotel Gold River (que recrea fielmente la vida en Sullivan City, una hipotética ciudad del Lejano Oeste) es el mayor hotel tematizado de Europa con sus 502 habitaciones, capacidad para 1500 personas y una extensión total de 10 hectáreas y 30.000 metros cuadrados construidos: casi nada. Fueron necesarios 18 meses de esfuerzo y 67 millones de euros para levantar este complejo que asombra por su fidedigna recreación de una ciudad minera en los EE.UU. de comienzos del siglo XIX. A mi, personalmente, me impresionó desde antes de entrar incluso, donde una espectacular y enorme diligencia tirada por seis caballos preside la rotonda que da acceso al edificio principal del complejo, el City Hall.
Lucernario del City Hall
Una vez dentro del City Hall, nos encontramos con un enorme vestíbulo y una gran fuente de hierro victoriana. Con una altura de seis plantas, el City Hall es el edificio más grande del hotel, con innumerables habitaciones y un lucernario por el que entra la luz a raudales. Este edificio es una especie de centro neurálgico del hotel, ya que alberga la recepción y otros servicios (internet de pago, cajero automático, tienda de souvenirs, prensa diaria y acceso al resto del hotel y a algún que otro bar y restaurante).Plaza Central de Sullivan City
Después de esperar cinco minutillos para realizar el check-in (fuimos entre semana, las esperas en fin de semana suelen ser bastante más largas...), salimos del City Hall y es entonces cuando te encuentras metido de lleno en Sullivan City. Todo está recreado al milímetro y tematizado con una calidad realmente increíble que hace que te sientas parte de la vida de una ciudad de la época. El director artístico del proyecto, un tal Floreal Bueno, declaró en su día que "la historia y los personajes de la ciudad recreada están basados en hechos reales archivados en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos que hemos ajustado a nuestro proyecto”. Y la verdad es que se nota el esfuerzo en la ambientación y la profusión de detalles es digna de elogio.Eva posando con la fauna típica del Far West: un toro, un caballo y un burro pelón.
¡Aserrín, aserrán!
Así, Sullivan City representa una ciudad fundada por Lucy Callahan a raiz del descubrimiento de una mina de oro en las inmediaciones del rio Gold River. Aparte del City Hall del que ya os he hablado, muchos son los edificios representados en esta genuina ciudad. A lo largo de Main Street (la calle principal en torno a la cual se articula todo el pueblo-hotel), tenemos los edificios de los prósperos comerciante establecidos en la ciudad, destacando el fotógrafo, la pitonisa, la agencia de detectives, el banco, la funeraria, el dentista, la armería, etc. Todos albergan habitaciones. Nosotros por ejemplo estábamos alojados en la farmacia (drugstore).Nuestra habitación de época: sólo faltaba la escupidera...
Realismo estilo Far West: la veleta y el molino se movían.
También hay otros edificios que no podían faltar en un pueblo del Far West, como el burdel o la oficina del sheriff. Casi al final de Main Street se levanta Lucy´s Mansion, la residencia de Lucy Callahan, un edificio de auténtico lujo que contiene las mejores habitaciones, con servicios exclusivos como una piscina privada. Un poco más adelante, al final de la calle, nos encontramos con Old Station, la estación de ferrocarril, que alberga habitaciones familiares con cocina y capacidad para hasta seis personas.Salón de Poker y Mary Joe´s House: ¡para dar rienda suelta al vicio!
¡Viajeros al tren!
Lucy´s Mansion: ¡bonita choza!
Tocaba foto en la Funeraria todos los días...
Hotel Burn: ¡lo necesito!
Y si hay algo que destacar en el Hotel Gold River es el pequeño hotel independiente que alberga dentro: el Hotel Burn, que sólo funciona los fines de semana durante el período de Halloween y que no es un hotel cualquiera, sino que se trata de un edificio de 20 habitaciones exclusivas con servicios "especiales": digamos que hasta las 03:00 de la madrugada eres el blanco de las iras de fantasmas, vampiros y otros monstruos que pululan por allí. Además, te escriben amenazas de muerte en el espejo del baño, la bañera amanece llena de sangre, las telarañas forman parte de la decoración y cuenta con unas bonitas vistas al cementerio de Sullivan City. Vamos, para empaparse bien del espíritu halloweenesco. En años próximos nos alojamos allí fijo: ¡tiene que ser la leche! En la próxima entrega, os hablaré del parque de atracciones en sí, con especial atención a la bonita área Far West. ¡God Bless America!Entrada del Hotel Burn