Ya que el local que visitamos la última vez, el de la Calle Hernán Cortés, nos gustó tanto, nos decidimos por él para montar uno de nuestros, cada vez más míticos, gastrolío, esta vez con la complicidad de Cristina, su maravillosa encargada.
Hay que decir que echamos de menos una decoración temática para la fecha o algún pequeño detalle al respecto, ya que lo más "halloweensiano" eran los nuevos manteles y sospechamos que no estaban ahí para la ocasión :P
¡Los nuevos manteles nos encantan!
Fuera de lo meramente propio de la fiesta de los muertos, pudimos probar el carpaccio de setas Portobello, con aceite de trufa negra y pistachos. Si duda, un pecado menos carnal que el resto de su carta, pero sencillamente espectacular, muy ligero y con un sabor potente en que están presentes todos los ingredientes.Carpaccio de setas Portobello con piñones.
Seguidamente, nos abalanzamos sobre el especial de Halloween: la terrorífica hamburguesa Baphomet, con calabaza caramelizada, queso de cabra y pan de ajo negro, con el que se consigue un aspecto visual, cuanto menos, sorprendente.Hamburguesa Baphomet.
De la carne, poco podemos decir que no hayamos dicho ya: deliciosa, procedente de vacas wagyu, con su certificado y cocinada en su punto.Algo que, por lo menos a mí, sorprendió gratamente, fue la calabaza, ya que temía que el sabor pudiese enturbiar el resultado final del plato, pero no podía estar más equivocado, ya que dota a la carne del contrapunto perfecto, con un dulzor que se mezcla con los jugos de la burger y con el queso de cabra. Una muy buena combinación y grata sorpresa.
Detalle del corte hamburguesa Baphomet.
Y después pasamos al otro gran atractivo de la fiesta, el Dead by Chocolate Brownie Tombstone. Una curiosa "tumba" de chocolate, con cobertura de chocolate caliente y una "lápida" de chocolate blanco muy interesante.Death By ChocolateBrownie Tombstone.
A priori, tenemos que decir que nos gusta más el brownie habitual de la carta, sin desmerecer este especial, por supuesto. La propuesta es muy original y tanto nosotros como el público general, sin duda, admiramos la labor que hay detrás de este postre. Sin duda, la originalidad de la propuesta supera con creces las expectativas, con un bloque central que tira más al bizcocho de toda la vida que al brownie como lo conocemos, al pasar esta fase de adaptación.Y como BONUS TRACK, Cristina nos incitó a probar otro de sus postres estrella, que podréis encontrar en la carta habitual, el Tatin de manzana, hecho enteramente en la cocina al pedirlo, de manera artesanal y que nos gustó bastante.
Tatin de manzana.
En conclusión, otro gastrolío estupendo, que esta vez contó con la presencia de Claudia Rodríguez y Ana Moya, pero en el que se echó de menos a José, de Cooking&Disfruting y en el que nos volvimos a enamorar de Cristina que, sin duda, hace que el local gane con su simpatía y trato exquisito a todos los clientes.Desde luego, ya estamos deseando ver con qué nos van sorprender desde los fogones de Pecado Carnal.