La región de los Lagos del Salzkammergut es una de las regiones más bonitas de Austria, y yo me atrevería a decir que de Europa. Los paisajes son absolutamente embriagadores, bucólicos, pero con vida, con gente. A diferencia de otras regiones europeas, aquí estos paisajes están salpicados por decenas de pueblos a cada cual más encantador. Son alrededor de 70 lagos rodeados de espectaculares montañas, con sus pueblecitos abrazando sus orillas y con un clima absolutamente cambiante… en cuestión de minutos diría yo.
Vistas desde el río
Entrada al Castillo de Steyr
La plaza Stadtplatz con la Brummerlhaus, la casa medieval símbolo de Steyr
Preciosa estampa del Hotel-Garni Schernthaner
La Plaza Mayor de St Gilgen
El Lago Wolfgangsee
Al día siguiente nos levantamos con mucha expectación, nos esperaba uno de los pueblos más bonitos y con más encanto de Austria y, quizás, de toda Europa. Nos esperaba Hallstatt, la joya de la región de los lagos . Después de un completo desayuno salimos en dirección a Hallstatt, conduciendo por unas carreteras con unos paisajes absolutamente maravillosos. Y en poco menos de una hora, y después de atravesar las entrañas de las montañas por un largo túnel , se nos abrió ante nuestros ojos la visión casi irreal y de cuento de princesas de Hallstatt, y el cartel anunciador de los cinco parking públicos de que dispone, con lo que ya se presupone lo turístico que es el pequeño pueblo. Aunque tuvimos mucha suerte. Primero porque, a pesar de ser pleno verano, sólo dos de los parking estaban completos con lo que pudimos disfrutar del pueblo sin agobios ni saturación de turistas. Y segundo porque a pesar de haber llovido algo durante el camino, rápidamente las nubes comenzaron a disiparse por arte de magia y nos lució un sol espléndido la mayoría del tiempo. Y es mucha suerte ya que en esta región de los lagos, rodeados de altas cumbres, el tiempo cambia radicalmente en cuestión de minutos y la temperatura puede caer diez grados en media hora. Pasear por las estrechas calles de Hallstatt es una gozada y una experiencia en cada esquina que doblas. Es imposible dar dos pasos y no encontrarse con rincones, recovecos con vistas al Lago Hallstätter See, o balcones floridos que merezcan ser fotografiados varias veces. Hay un funicular que te asciende hasta una antigua mina de sal, parece ser que una de las más antigua del mundo, y que ofrece espectaculares vistas en días despejados. Comimos estupendamente en un restaurante con vistas al lago y con parte del pueblo como telón de fondo, y curiosamente ocupamos la misma mesa que más tarde ocuparía el equipo de “españoles por el mundo de TVE” en su periplo por Austria. Pero lo mejor que puedo hacer para resumir las excelencias de este pueblo Patrimonio de la Humanidad, es colocar algunas de las decenas de fotografías que le hicimos.
La primera visión desde la entrada al pueblo
Las casas se encaraman por los montes
Plaza principal de Hallstatt
Vista idílica de Hallstatt. A algunas de sus casas sólo se puede acceder en barco
Ascendiendo al cementerio
La animada plaza principal
Las vistas que disfrutamos desde nuestra mesa
Cerdo, chucrut y pastel de patatas y verduras. Comida contundente para climas extremos
Una sencilla pero riquísima tarta de chocolate. Especialidad del lugar junto a la de queso
En el lago Hallstätter See está prohibida la navegación a motor salvo los barcos turísticos y de línea que comunican sus orillas