Halt and Catch Fire
2014-
El nombre de la serie en sí ya es una pista (para entendidos). "Halt and Catch Fire" (HCF) es una orden dentro del código que puede hacer que un ordenador deje de funcionar. Viene de los comienzos de la informática y ahora sobre todo ha quedado como una expresión coñera para indicar que algo no funciona como debería.
Joe MacMillan es un visionario. Es un Steve Jobs, para entendernos. En su cabeza ha germinado una idea que puede revolucionar el mundo de la informática. Para convertirla en realidad necesita a Gordon Clark, quien le inspiró con un artículo escrito tiempo atrás, cuando todavía no se había acomodado a su trabajo gris en la Cardiff Electric; y a Cameron Howe, una programadora brillante y rara como ella sola. Los personajes son muy distintos. Joe viene de trabajar en IBM, tiene un don para encantar a quien le escucha con su discurso. Es un vendedor de ideas con un pasado del que todavía sabemos poco. Gordon está casado y tiene dos hijos. Atrás quedó el tiempo en el que se dejaba llevar por su creatividad. Ahora tiene que pensar en su familia. Al menos hasta que conoce a Joe. Cameron es el personaje que se sale de la norma. Encaja con el perfil de hacker que todos tenemos en la cabeza, aunque en esa época todavía no podía existir esa figura.
Volver al pasado está de moda. 'Mad Men', 'The Americans', 'Master of Sex' nos cuentan historias que transcurren en distintas décadas del siglo pasado, pero faltaban los ochenta. Y esa fue la década del comienzo de la expansión de la informática, cuando el ordenador empezó a parecerse a lo que hoy casi todos tenemos en nuestras casas. 'Halt and Catch Fire' es ficción. Estos personajes no existieron, pero lo que plantean no es ninguna locura: alguien que pudiera (intentar) hacer la competencia a los grandes nombres de este mundillo. Por ahora está en pañales, pero con solo lo visto ya me ha dejado con ganas de más. Estaré atento al desarrollo de esta primera temporada. A los compañeros del grupo de Facebook del blog ya les está gustando, y eso siempre es buena señal. A ver qué tal se desarrolla la trama.