Halvás es un nombre de origen árabe que significa dulce. Existen muchísimas variedades de este manjar preparado con sémola, sésamo, semillas de girasol o almendras. Su elaboración se extiende por todo Oriente y Mediterráneo. Esta preparación que os dejo es de origen griego y es habitual en celebraciones como lunes de cuaresma. Un postre similar se conoce en Argentina como Mantecol y está elaborado a partir de mantequilla de maní. No se sabe si es cierto pero puede ser el antecedente de los típicos turrones de Navidad.
- En un cazo añadimos la taza de aceite y la sémola. Tostamos hasta que tome un tono dorado.
- En otro cazo pondremos el agua, el azúcar y la canela en rama y lo llevamos a ebullición.
- Volcamos la mezcla anterior sobre la pasta de sémola con cuidado.
- Mezclamos hasta que se despegue de las paredes. Volcamos sobre un molde untado con aceite.
- Aplastamos bien y dejamos enfriar.
- A continuación en un bol mezclamos los frutos secos, las pasas, la canela en polvo y las ralladuras. Cuando el pastel esté frío, desmoldamos y espolvoreamos con los frutos secos.
Si nos apetece podemos cortarlos en cuadrados y adornar con los frutos secos o también servir con unos hilos de miel por encima.