He tenido dudas razonables para escribir hoy, pero al final se han disipado.
Cuanto más dura fue la COVID, más nos planteábamos ser mejores.
Queríamos ayudar a quien estuviera peor que nosotros.
En definitiva, nos asustaba la posibilidad de conocer fallecimientos de personas cercanas.
Ahora, de nuevo, los políticos nos están dando una lección de lo que no se debe hacer.
Se olvidan con demasiada frecuencia, que trabajan para nosotros.
Tengo hambre, necesidad, de que no se olviden de nosotros.
Tengo hambre.