Los viernes son día de hamburguesa. Las compro de buena carne, ya preparadas, en Isidoro (pincha aquí) que está cerca de casa y son de muy buena calidad o bien, si tengo más tiempo las preparo yo.
El otro día compré éstas de buey Angus, un tipo de tierna y sabrosa carne de buey procedente en sus orígenes de Escocia (Angusshire) y exportada en el siglo XIX a Estados Unidos. Es una buena elección para los amantes de la carne.
Para acompañar a esta suave y tierna carne, con poca grasa y muy jugosa decidí hacer una mayonesa de trufa, con un delicado sabor y que gustó muchísimo a mis pequeños gourmets.
Para 4 personas:
- 4 hamburguesas de buey Angus
- 4 panecillos
- 100 g de queso de cabra tierno
- 1 lechuga de hoja de roble
Para la mayonesa de trufa:
- 1 huevo
- aceite de oliva suave 0,4º
- zumo de limón
- 1 trozo de trufa de 2,5-3 g
- aceite de trufa(opcional)
- sal
Se prepara la mayonesa poniendo en el vaso de la batidora un huevo a temperatura ambiente lavado y seca su cáscara (para evitar Salmonella). Se agrega el zumo de limón y la sal y se va añadiendo el aceite a hilo hasta que emulsione la salsa. Se incorpora la trufa troceada con un poco del jugo en el que viene envasada y se añade un poco más de aceite, en este caso de trufa.
Se rectifica de sal, si hiciera falta y se reserva en frío.
Se lava y seca la hoja de roble y se corta el queso de cabra tierno en rodajas.
Se pone una plancha o sartén a calentar y cuando empiece a humear se baja un poco el fuego y se pone la hamburguesa al fuego pintada con un poco de aceite de oliva. Se deja un par de minutos, sin darle la vuelta.
Se va tostando el panecillo por la parte cortada.
Se le da la vuelta a la hamburguesa, dejándola un tiempo más hasta dejarla al gusto (mi gusto, como podéis comprobar es cruda por dentro y caramelizada por fuera).
Se pone el queso en el panecillo caliente, se deposita la hamburguesa, se cubre con la hoja de roble y se culmina con un copete de mayonesa de trufa. Se degusta de inmediato.