Lo mejor es ver cómo se las comen los niños y te dicen lo deliciosas que están, incluso cuando están viendo que es una hamburguesa con colorines. No sé porqué algunos niños no pueden ver colores en las comidas, con lo que les gusta el color en juguetes, dibujos animados, ropa,...
La idea de estas hamburguesas me surgió porque tenía unas cuantas espinacas frescas y un pimiento en el frigorífico desde hacía unos días, y no quería tardar mucho en consumirlos, para que no perdieran mas nutrientes, así que me lancé a picarlo todo y formar unas hamburguesas. Han tenido tanto éxito que tenía que guardarlas en mi recetario para no dejarlas en el olvido.
Ingredientes:
900gr. de pechuga de pollo (sin piel)
4-5 ajos (la cantidad según os gusten los ajos, a nosotros nos encantan)
150gr. de espinacas frescas
1 pimiento rojo
2 huevos
sal y pimienta recién molida
un poco de cúrcuma (opcional, aunque es un ingrediente muy saludable)
Preparación:
Con ayuda de una picadora vamos picando por separado el pollo, el pimiento, las espinacas y los ajos y lo vamos echando todo a un bol amplio. Es mejor picar cada cosa por separado porque unos ingredientes necesitan mas tiempo que otros en triturarse. ¡Ojo! picar pero ¡no hacer puré!
Echamos al bol los huevos, la cúrcuma y salpimentamos al gusto. Mezclamos bien toda la masa hasta conseguir que sea homogénea. Si vemos que nos queda demasiado suelta podemos añadir un poco de pan rallado o harina de garbanzos, aunque yo no le añado nada. Ahora os cuento cómo les doy forma para que no se rompan aunque la masa sea algo fluida.
En una bandeja pongo papel de horno, y voy poniendo un aro de emplatar sobre él (o una lata de mantequilla limpia y sin base que es lo que tengo yo), y echo un par de cucharadas colmadas de la mezcla dentro, aplastando para que quede la forma de la hamburguesa, levanto el aro con cuidado y lo pongo al lado para formar la siguiente hamburguesa, y así hasta acabar con toda la mezcla.
La bandeja la podemos cubrir bien con film apto para congelador y meter la bandeja en el congelador. Cuando las hamburguesas estén bien congeladas, las separamos del papel y las metemos en una bolsa, ya no se pegarán, y podremos ir sacando las hamburguesas que necesitemos cada vez. No hace falta dejarlas descongelar del todo para hacerlas, pero al menos dejarlas un par de horas en el frigorífico. Hacerlas a fuego no muy fuerte con una gotita de aceite y tapadas para que se hagan mejor por dentro. Volverlas y dorarlas también por la otra cara. Servir en panecillos de hamburguesa con queso, tomate, salsas,... o simplemente acompañadas de ensalada, eso va en gustos.
Si las hamburguesas no queréis congelarlas sino que queréis hacerlas en el momento, las formáis al igual que he explicado antes, pero sobre cuadrados de papel de horno, luego con ayuda del papel será fácil echarlas a la sartén o plancha sin que se rompan.
Espero que os guste tanto como a nosotros!