Una de las cosas buenas que tienen estas hamburguesas es que las puedes congelar (sin cocinar), y así tienes arreglada la cena de otro día sin mucho esfuerzo y además sin renunciar a lo saludable y casero.
Me encanta hacer hamburguesas caseras sean de lo que sean, carne o pescado, ya que por lo general cuando se comprar en el supermercado suelen estar hechas de restos y descartes que no sirven para la venta, a menudo con más grasa de la deseable por no hablar de sal y otros aditivos que le añaden.
Pero si las haces en casa, que no tardarás ni 20 minutos en hacerlas, tu sabes que ingredientes le estas añadiendo a tus hamburguesas, si son lomos de salmón como en este caso, sabes que te estas comiendo la salud a bocados y la frescura que tiene.
(con esta cantidades me han salido 6 hamburguesas del tamaño de la palma de mi mano)
- 250 gr. de salmón fresco (se puede comprar fresco o congelado, me refiero a que no sea ahumado)
- 1 huevo
- Una rebanada de pan o 2 cucharadas de pan rallado
- Una cucharadita de eneldo
- Una cucharadita de cebollino fresco picado
- Un pellizco de sal y pimienta
- Un pellizco de sésamo o ajonjolí (si lo tienes en casa, opcional)
1. Retira la piel del salmón y en su caso, las espinas. Y corta el salmón en trocitos muy pequeños.
2. Mezcla con las manos todos los ingredientes, el salmón picado, el huevo, el pan, cebollino, eneldo, sésamo, sal y pimienta. Hasta que esté bien integrado, y le das formas a las hamburguesas.
3. Cocínalas con un chorrito de aceite de oliva en la sartén o plancha, al punto que te guste. A mi me gusta que queden crujientes y doradas por fuera y jugosas por dentro. Pero si te gustan muy pasadas, sólo tienes que hacer un corte a una de las hamburguesas mientras la cocinas para ver en que punto está.
Al servir acompáñala de unas gotas de limón y una salsa agria o de yogur que le viene genial.