No hay competidor más efusivo y peligroso que el propio compañero de equipo. Seguramente la historia más estrambótica en la Fórmula 1 sea la de Luigi Fagioli, que persiguió, martillo en mano, a su compañero de escudería. Los Senna-Prost, Raikkonen-Montoya, Alonso-Hamilton o Villeneuve-Pironi son reclamos del pasado para explicar las disputas del presente, para referirse al GP de Turquía que ganó Lewis Hamilton después de una deliciosa y arriesgada batalla con su vecino en McLaren, Jenson Button, y sobre todo por el incidente entre los dos Red Bull. En la 40ª vuelta Sebastian Vettel intentó adelantar a su compañero, Mark Webber, que prefirió evitar el adelantamiento como fuese. Vettel también pecó de ansiedad y tuvo que retirarse tras la colisión, con una rueda destrozada. El australiano se salió de la pista y tuvo la suerte de seguir después de pasar por boxes para cambiar el morro, pero no puedo evitar el segundo doblete de la temporada de McLaren. Al menos el tercer puesto le permitió ser líder en solitario del Mundial. En otros duelos (más amables) entre compañeros Felipe Massa se impuso a Fernando Alonso (7º y 8º), Michael Schumacher a Nico Rosberg (4º y 5º) o Kamui Kobayashi y Pedro Martínez De la Rosa (10º y 11º). El catalán utilizó un discurso políticamente correcto: “Si no hubiese sido mi compañero quien estaba delante, hubiese quedado obtenido un puesto mejor y mi primer punto”.
“Nos pusimos en paralelo, giró muy deprisa y nos tocamos”,describió Webber, “ha sido malo para el equipo. Sin duda, no ha sido el día ideal para nosotros”. El piloto de Red Bull confesó que contaba con la victoria, pero se mordió la lengua: “Son cosas que pueden pasar”. A su lado, Hamilton no podía disimular su satisfacción. El británico había sido el gran animador de una carrera bastante lineal y que empezó cediendo el segundo puesto a Vettel, pero antes de completar la primera vuelta ya la había recuperado. Lo mismo le sucedió a Button con Schumacher en la lucha por la cuarta posición. Alonso está en tierra de nadie: rodaba, 12º, como empezó. Hamilton volvería a perder la segunda plaza en boxes, cuando uno de los neumáticos se quedó atascado. Un incidente que le hizo perder dos segundos más que Vettel en boxes. El alemán le ganó el puesto, pero perdió lo ganado. Hamilton no ganado una prueba desde el 27 de septiembre de 2009 en Singapur. McLaren sólo se había impuesto una vez en Turquía, en la primera edición (2005).
Alonso adelanta a Petrov
El español protagonizó el tercer incidente remarcable de la jornada adelantando a Vitaly Petrov a cinco giros del final. El ruso acabó con una rueda pinchada y teniendo que pasar por boxes, pero le quedó el consuelo de conseguir la vuelta rápida. Lo consiguió en la última. Petrov concluyó 15º, mientras que su compañero en Renault, Robert Kubica, fue sexto. “Estamos muy lejos de McLaren y de Red Bull”, analizó Alonso, defraudado con el rendimiento de su Ferrari en Montmeló y en Istanbul Park. Aunque resolvió con un dato irrefutable: “No tenemos el coche mas rápido en estos momentos, pero aún así tengo un punto más que Vettel, así que muy mal no lo estamos haciendo”. Alonso tiene 79 puntos por los 78 de Vettel. Webber lidera el Mundial con 93 puntos, seguido por Button (88) y Hamilton (84). Con 67 están Kubica y Massa, que es el rey de Istanbul con tres triunfos, repartidos entre 2006 (su primera victoria como profesional) y 2008.
Sauber celebró que por primera vez sus dos coches consiguiesen finalizar la carrera. “Era el objetivo y lo hicimos competitivamente”, recalcó De la Rosa, 11º, justo por delante de Jaime Alguersuari, que no dudó en elogiarle: "Le felicito de todo corazón por su serenidad, consistencia y porque por fin ha podido terminar una carrera tan peleada”.