Hamlet, William Shakespeare

Publicado el 21 octubre 2014 por Keyla
¿Porqué los clásicos son tales? Bueno, para responder esta pregunta conviene leerlos, revisarlos. Personalmente, y para saldar mis propias deudas, esta primera reseña versará sobre un clásico de Shakespeare, Hamlet.La trágica historia del príncipe de Dinamarca que, advertido por el fantasma de su padre, busca venganza en contra de su tío (nuevo Rey de Dinamarca) y su madre — ¿víctima o cómplice?—, quien cedió ante las tentaciones de las comodidades y los placeres. Además de las intrigas palaciegas que incluyen a cortesanos fieles o lame botas, que dejan el amor carnal en segundo plano, anteponiendo el honor.Casi todos escuchamos alguna vez aquella famosa frase que pronuncia el príncipe Hamlet: “Ser o no ser, esa es la cuestión” [en la traducción que leí lo apuntaron como “Existir o no existir”, por considerar el traductor que era más apegado al original en inglés “To be or not to be”], aunque sea solo por esta frase, la obra es casi tan famosa como Romeo y Julieta.Sin embargo, Shakespeare fue más allá en sus obras de teatro. La riqueza psicológica en la construcción de los personajes, la diversidad de las situaciones en donde, aunque pueda ser un poco predecible para nosotros ahora, no deja de agradar y sorprender el remate de cada uno de los cinco actos en que está dividida esta obra.Y, ¿Por qué digo para nosotros? Porque desde que Shakespeare montó sus obras por primera vez, se volvieron populares debido al retrato de las pasiones humanos y que lograban empatía con el público. De ahí el epíteto de clásico en estas obras, porque todos sentimos amor, celos, deseos de venganza y enojo. Además, estas historias han sido reproducidas una y otra vez, desde el cine de Hollywood hasta las telenovelas de Televisa, muchas de ellas no son sino abstracciones de lo que podemos ver en Shakespeare hace siglos.¿Me gustó? Claro que sí ¿Quiero seguir leyendo a Shakespeare? Por supuesto. Espero ustedes también.&version;