La naviera española, integrada en el grupo Quail Travel Group, se dirigió a última hora de la tarde del viernes a las agencias de viajes para que estas hicieran seguir esta comunicación a sus clientes, indicando que no podía garantizar la prestación del servicio; servicio, por otro lado, abonado previamente por los clientes quienes ya habían recibido toda la documentación para su viaje.
Ante tan desastrosa y unilateral decisión, anunciada con pocas horas de antelación a la salida de los barcos, las agencias de viajes han tenido que contactar con otras navieras para recolocar a los pasajeros de Happy Cruises. La página web de Happy Cruises, en lugar de dar la cara, se encuentra inoperativa y sus teléfonos no contestan las llamadas de los afectados, fundamentalmente para saber que hacer y de que forma se les devuelve su dinero así como los gastos ocasionados. Por supuesto que en este blog he procedido a eliminar, hasta que no se aclare esta situación, el enlace de esta compañía incluido en la sección de Cruceros (los lectores de este blog se merecen toda la seriedad del mundo y no trataré yo de confundirlos).
Quizás esta noticia era esperada, consecuencia de la reducción drástica de capital que hace poco más de un mes efectuó la compañía pasando de casi 6 MM de euros a tan solo 60.000 euros. En este momento, según la última hora de noticias que he podido recopilar, los socios de Happy Cruises, participada por Globalia como accionista mayoritario, se encuentra negociando con los armadores y propietarios de los barcos, uno de Dinamarca y dos de Grecia, así como con los proveedores para bajar las condiciones de sus contratos, dado que Happy Cruises quiere seguir operando en 2.012. La cuestión es, caso de solventar estos problemas, ¿tendremos los usuarios confianza en esta compañía, después de su drástico proceder?.
La respuesta y decisión, como siempre, en vuestras manos queridos ciudadanos viajeros.