Tokio es una ciudad llena de contrastes que pareciera haber sido sacada de una historieta futurista. La sensación de estar entre un comic y una película antigua es permanente.
Para los occidentales, es un lugar fascinante donde los ojos se salen de su órbita captando tantos inusitados detalles, colores y personajes tratando de asimilarlo en la mente. Sí, todo aquéllo es real. Sí, son personas de carne y hueso. Sí, es el futuro en el presente.
Hoy les quiero compartir esta foto tomada cuando visité Harajuku, la zona cercana a la estación del mismo nombre y que es punto de encuentro de jóvenes que presentan sus mejores galas, exhibiendo esos elaborados atuendos y tendencias únicas de Tokio.
No es un lugar para juzgar, para criticar o espantarse. Es, sin duda, para fascinarse, sorprenderse y disfrutarla, porque en ningún otro lugar del mundo se verá con esa naturalidad.
¿Qué les parece?
¡Buen martes!