Hoy en día, es un producto que encontramos en todas las cocinas o que utilizamos para diversas preparaciones, pero, por lo cotidiano y la poca personalidad, ha acabado perdiendo el valor que le corresponde.
Por este motivo, hemos hecho una selección de las harinas de mejor calidad para aportar a tus platos la riqueza que se merecen.
Distintas variedades de harinas de calidad
El resultado es una harina con todas las propiedades de un trigo antiguo, con más proteínas, vitaminas y minerales, y con toda la fibra.
Ideal para hacer pan.
Brisa: Harina de fuerza con muy buena elasticidad y extensibilidad, ideal para procesos que requieren una fermentación moderada. Es la indicada para hacer bollos, la coca de San Juan, el roscón de Reyes y hojaldre.
El resultado es un cereal panificable más rico en nutrientes que el trigo convencional y con un índice de gluten tan bajo como el trigo del corazón, lo que lo hace apto para personas con intolerancia al trigo pero no para los celíacos.
Biscuit Royal: Es una harina floja, muy fina y rica en almidón. Ideal para elaborar bizcochos y magdalenas, es decir, para procesos sin fermentación.
Se trata de una harina francesa que se produce en un molino con unas piedras centenarias que ruedan a una velocidad muy baja, haciendo que conserve intactas todas las propiedades del grano. Con este método, se consiguen producciones muy limitadas pero de una calidad muy elevada.
Puedes ver la receta en el blog pulsando en el siguiente enlace: Harinas de gran calidad que quizás no conocías.