Harmony Lessons – PELÍCULAS QUE DEBERÍAS VER – III

Publicado el 09 marzo 2015 por Mineapolis @nov_historias

Esta es otra de esas películas que quería ver desde hacía muchísimo tiempo, y de esas con las que desgraciadamente solo le queda a uno esperar (y desesperar). La lentísima distribución de estos títulos pone a prueba la paciencia de los amantes del buen cine.

Casi un año llevaba esperando que apareciera en algún lado hasta que ayer me dieron el chivatazo de que está disponible en alquiler en la web World Cinema Fund.

Harmony Lessons cuenta la historia de Aslan, un adolescente kazajo que es acosado en el colegio. Tras ser el objeto de burlas por beber, engañado, de un vaso que todos sus compañeros han utilizado en una revisión médica, es marginado gracias a la presión que ejerce Bolat, responsable de la pesada broma. Los continuos abusos de este no solo a él, sino a varios niños de la escuela empiezan a colmar la paciencia de Aslan, quien se hunde cada vez más en comportamientos extraños, obsesivos, oscuros, sádicos y violentos.

Emir Baigazin escribe, dirige y edita esta película rodada sin ningún tipo de complejo en Kazajistán. No tiene absolutamente nada que envidiar a películas similares de otras cinematografías, mucho menos de la estadounidense. Tiene algunas detalles prácticamente imposibles en ese país que, eso sí, no serán del gusto de todos. La primera escena, en la que vemos cómo Aslan degolla una oveja y le extrae la piel y los órganos puede poner a prueba el estómago de la gente.

Tampoco será del agrado de aquellos que esperen una narración más o menos convencional. Los acontecimientos en esta cinta se van desarrollando lentamente, de manera gradual y escalonada durante las 2 horas que dura la película. La disfrutará todo aquel que sepa valorar un cine pausado que invita a la reflexión durante el visionado, y no solo después.

Un detalle interesante de la cinta es que, a pesar del poco pudor a la hora de mostrar la violencia, no vemos casi nunca su resultado último. Mediante inteligentes elipsis, transiciones (mención especial para la de la impresora) y saltos temporales Baigazin evita mostrar directamente la muerte, una decisión elegante pero que no aplica a los animales, lo único que vemos morir en pantalla.

Hay varias similitudes estéticas y en la dirección de esta película y The Tribe. Por ejemplo la ausencia de música excepto en un momento aislado, los lavabos como punto de reunión para la gente de peor calaña y lugar donde pagar cuentas o incluso las clases de carpintería que reciben los protagonistas. Entre ambas películas hay un año de diferencia y no me extrañaría en absoluto que Miroslav le hubiera dado un par o tres de vueltas a esta cinta mientras preparaba The Tribe.

También hay similitudes argumentales. Las dos se esmeran en mostrar instituciones prácticamente pasivas ante la violencia y corrupción que afecta a unas personas demasiado jóvenes, que intentan abrirse camino en ambientes hostiles y se esfuerzan en soportar las cargas que les imponen.

Aquí el protagonista también tiene poco a lo que agarrarse para sobrellevar los golpes que recibe. La soledad le rodea en su hogar (vive solo con su abuela en una casa solitaria en medio de la nada) y también le es impuesta por Bolat en el colegio, ya que amenaza a cualquiera que le hable o se acerque a él con recibir el mismo trato. Por suerte para él no todos se dejan intimidar.

Otros temas que trata Baigazin quedan reflejados de manera poco sutil pero muy efectiva en las clases a las que asiste Aslan: energía, Ghandi, balas, Darwin.

En serio, deberíais darle una oportunidad a este título, aunque solo sea para admirar la impresionante, perfecta fotografía Aziz Zhambakiev. Colores, iluminación, composiciones y movimientos de cámara cuidados hasta al más mínimo detalle que narran una historia mil veces contada de una manera desgarradora y diferente. El plano final es una muestra perfecta (y además la última) de ese apabullante nivel visual.

De nuevo, os animo a verla en World Cinema Fund. No me voy a llenar ahora la boca hablando del streaming legal de películas, pues descargo como el que más, pero sí es cierto que pagar por estos títulos (y además 3 míseros euros) es para mí casi moralmente obligatorio.

LO MEJOR

• Aparte de lo que ya he comentado, que es la primera parte de una trilogía. The Wounded Angel seguirá profundizando en “las relaciones adolescentes complejas, irracionales y a veces inadecuadas que los jóvenes que se convierten en adultos tienen con el mundo”. Al parecer con este segundo título el director será menos clínico y se centrará más en los sentimientos.

LO PEOR

• Que me ha costado mucho hacer una crítica que no fuera un corta pega de lo que escribí para The Tribe ya que comparte todas sus virtudes. Por cierto, esta también es la ópera prima de su director.

• Que el 5 de abril se pone a la venta en Francia… pero solo en formato DVD. Habrá que rezar para que se edite pronto también en Blu-Ray.