“el Pesadilla”. Fue rescatado en julio y lo trajeron a Zarpa protectora de Zaragoza donde se considero un cambio de nombre porque ser buen perro, es miedoso necesita confianza, ahora esta en mi casa, soy casa de acogida de periodos temporales como ahora hasta el 23 de enero pero sino encuentra hogar volverá a la protectora. Me recorro Zaragoza con él todos los días, un barrio diferente, un nuevo parque con su pañuelo de Zarpa adóptame, hay carteles por diferentes sitios, difundido en Internet, mesas informativas de Navidad, amigos y parece un fantasma nadie pregunta por él. Es limpio, obediente, cariñoso, sociable y tranquilo. ¿Sera el motivo que un perro de caza no puede ser de compañía?
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