“Es un texto teatral, no está disfrazado de nada”, asevera Rovira. Ya puestos, ni siquiera está escrito por Rowling: la autora concibió la historia, junto con el director teatral John Tiffany y el dramaturgo Jack Thorne. Fue este último, sin embargo, el encargado de rellenar las páginas.
El libro arranca 19 años después de la séptima novela. El “niño que sobrevivió” es ahora esposo y padre de tres hijos, con un empleo en el ministerio de la Magia y problemas que ni sus hechizos pueden resolver: poco tiempo, mucho trabajo y una relación complicada con Albus Severus, su hijo más joven y protagonista de la obra. Ante la imposibilidad de crear una némesis a la altura de Voldemort, los creadores optaron por un enemigo más real: criarse en la sombra de un padre legendario. “Las novelas de Harry Potter nunca nos dicen qué hay que hacer, pero nos llevan a reflexionar sobre el hecho de que crecer y convertirnos en nosotros mismos significa desarrollar nuestra singularidad”, analiza Regazzoni.Pidelo en AmazonPídelo en Casa del libro