Como digo, me lanzo de nuevo en brazos de la fantasía mágica de J.K. Rowling y os dejo mi opinión, cosa que no pude hacer en su momento pues este modesto blog aún no era ni siquiera un proyecto. Una opinión posiblemente diferente a la que tuve en aquel momento debido a causas varias como la edad o una perspectiva global con toda la historia del niño mago ya finalizada.
La verdad es que la primera entrega de la saga no tiene demasiada tela que cortar. Con una trama y un estilo de escritura claramente orientada al público infantil, el libro nos sirve, sobre todo, para ir conociendo a los personajes y, más interesante aún, ir adentrándonos en el mundo mágico e ir descubriendo cómo son las cosas por allí. Las criaturas que lo pueblan como gnomos, trolls, elfos, centauros, etc., muchos de ellos con una mitología, físico y personalidad bastante diferente a la que se conoce popularmente por otras sagas de fantasía o las diferentes mitologías clásicas; las leyes mágicas, los artefactos, los tipos de magos y todas esas cosas.
En cuanto a la historia en sí misma, Harry Potter y La Piedra Filosofal, no aporta excesiva información importante para el global de la saga y aunque su desarrollo es bastante entretenido y ameno, su resolución se me antoja facilona y bastante inverosímil incluso tratándose de una historia de estas características. Puede que muchos no estén de acuerdo conmigo, pero eso de que tres niños de once años, (que están descubriendo la magia por primera vez) sean capaces de burlar las protecciones impuestas por algunos de los magos más poderosos del mundo mágico, protecciones que, recordemos, están pensadas para detener al más malvado y poderoso mago de todos los tiempos, a mi no me encaja por muy Harry Potter que sea o mucha Hermione que se sepa de memoria todos los libros.
También hay algunos pasajes, especialmente los que tienen que ver con Severus Snape, que me resultan confusos y mal resueltos, algo totalmente premeditado por la autora para engañar al lector sobre las verdaderas intenciones del profesor de pociones.
Aún así, hay que tener en cuenta a qué tipo de público va dirigido el libro y hacer la vista gorda con cierto tipo de cosas.
Un libro muy recomendado para todas las edades que cualquier amante de las historias de fantasía no debería dejar pasar.