-Ideas y escenas que no terminan de casar con fluidez desde la perspectiva global del libro.-
Lo que nos cuenta. En unos Estados Unidos de América futuristas, en las que el verdadero control político y social recae en las corporaciones con sede en la órbita terrestre, Cowboy es un antiguo piloto de combate que debió redirigir su vida profesional hacia el pilotaje de blindados, mediante conexiones neuronales a la máquina, unos vehículos que normalmente se usan para actividades ilegales relacionadas con el contrabando. Sarah alterna su trabajo como chica de compañía con el de guardaespaldas, tiene una relación compleja con su hermano y, tras un contrato, se verá en peligro y su destino terminará relacionándose con el de Cowboy.
Mi opinión. Cyberpunken cuanto a parte del trasfondo lejano, al consumo de sustancias ilegales de diseño avanzado y a la fusión entre organismo y máquina, que no en cuanto a las atmósferas más habituales del subgénero ni a los paseos por el espacio virtual (aunque algo de eso termina habiendo…), de buen ritmo, con buen equilibrio entre la acción (entendida como enfrentamientos) y la exposición del conflicto en la narración, con bastantes clichés en la temática por más que traten de ser pintados con otros colores, bastante rápido de leer, aunque tarde un poco en centrarse, y entretenido dentro de que es un intento de trasladar los usos y formas más habituales en los thrillersde acción a una ambientación cyberpunk, ni más ni menos, tratando de cuidar el trasfondo para que no se note mucho, eso sí.
Destacado. El arma secreta de Sarah.
Potenciales Evocados. Mucho más cerca de “Cuando falla la gravedad” sin Islam, y además cruzado con “Fury”, que de “Neuromante”.