¿Somos capaces de delimitar hasta donde llega la Libertad de Expresión? Porque tal vez podríamos argumentar falta de gusto, pero ¿esto puede ser delito? Además, el mal gusto puede llegar a a ser entendido como modo de vida, y tenemos a Telecinco y a su plantilla para defender este posicionamiento. Sin embargo, no podemos encarcelar, en un país occidental, a un personaje por el meo hecho de ser soez o grosero. Sin embargo, a pesar de haber pasado cuarenta años desde la muerte de último dictador que tomó las riendas de España, sigue habiendo ciertos temas tabú, como la corona borbónica y el terrorismo.
Podríamos llegar a comprender la opinión del juez, pero ¿es más grave insultar que amenazar de muerte? Federico Jiménez Losantos, filósofo que juega a ser periodista en medios radiofónicos y escritos, llegó a hacer apología del asesinato al afirmar que "es el único partido [refiriéndose a Podemos] que a mí me suscita odio de clase. O sea, yo los veo y me dan ganas de hacer la Revolución Francesa, sin guillotina, ¿verdad? Porque estoy contra la degollación aunque no sean inocentes. Pero, o sea, yo es que veo a Errejón, a la Bescansa, a la Rita Maestre y me sale, me sale... el monte, no el agro, el monte. O sea, si llevo la lupara, disparo. O sea, menos mal que no la llevo". en la misma intervención, Losantos carga contra otros politécnicos como Mariano Rajoy, al que califica de "zángano" y "solemne bobo", y contra Pedro Sánchez, al que tilda de "matón de discoteca" y "mozo de mulas".
Nos falta camino por recorrer para llegar a ser un democracia madura, y parece ser que en pleno siglo XXI los fantasmas del franquismo siguen vivos. España, tras 30 años en la Unión Europea, geográfica y culturalmente está más cerca de África que de Europa y los Pirineos parecen ser una barrera más eficaz contra el tránsito de ideas como ha venido ocurriendo desde hace siglos, que el estrecho de Gibraltar.
alfonsovazquez.comciberantropólogo