Para los nuevos futboleros. Aquellos que habéis reído, cantado, gritado, saltado, incluso llorado con los partidos de la selección en el Mundial de Sudáfrica. Os comunico que también habéis perdido el derecho a quejaros del fútbol. No queremos oír más eso de: “¿Otra vez hay fútbol?” o “siempre estáis con lo mismo”.
Desde el primer partido, ante Suiza, una legión de nuevos aficionados se apostaron ante el televisor. Vieron a los mismos futbolistas que vemos el resto durante la temporada, los mismos que cobran “esa millonada indecente”, aquellos que “trabajan poco” y “corren como animales detrás de una pelota”. Sí, los mismos que “¡escupen donde luego se caen!” y que “¡se dan patadas queriendo!”.
Admito que llegar y ganar una final del Campeonato del Mundo es algo histórico, y ver ese partido puede ser rutinario, como quien ve Eurovisión. Sin embargo, los otros 6 partidos son como los 200 restantes que podemos ver los aficionados en una temporada. Pero estos han tenido el lujo de contar con espectadores inéditos, que el resto del año reniegan del mismo deporte, de los mismos jugadores y sus costumbres.
¡Cómo une el fútbol! ¡Qué bonito fue ver a Xavi y Puyol con la senyera! Cada uno de los 23 con sus señas de identidad, orgullosos y unidos. Pero, qué feo resulta verlo durante un partido de liga, ¿verdad? ¡Qué diferencia tan abismal ven algunos!
El Mundial se acabó. A esta nueva remesa de futboleros los veremos en dos años, con la nueva Eurocopa. Quizá vean los dos primeros partidos de clasificación, por cercanía. Pero, ¿apostamos quién verá la fase completa?
Los demás futboleros veremos hasta los entrenamientos. Seremos unos freakies y seguiremos explicando el fuera de juego. Por todo esto, “los nuevos” habéis perdido el derecho a quejaros del fútbol.