Hasta la vista

Publicado el 19 julio 2019 por Salva Colecha @salcofa

No falla, llegan estas fechas en los que los días son largos y el cerebro parece que se reblandezca (igual es una explicación para muchas de las cosas raras estas que nos están pasando, y no me refiero a la “invasión” del área 51 precisamente). El caso es que en estas fechas las ganas de doblar el espinazo bajan hasta niveles que rozan la obscenidad. ¿Verdad que eso nos sucede a todos? A mí por lo menos me ocurre, estos días ando como lento de reflejos, con “pachorra”, como saturado y sin demasiada chispa, lo admito y lamento profundamente si os he dado demasiado la vara, mea culpa.


Todos los años (bueno desde hace un par de ellos) en esta vuestra casa bajamos la persiana un par de semanas, aunque la verdad es que sin cerrar demasiado no vaya a ser que toque volver corriendo (ya sabéis). Como decía todos los años aprovechamos un par de semanas para descansar y cargar un poco las pilas. Este año no será menos, a pesar de que queden muchas cosas por alucinar estos días en los que hasta el verano parece no serlo tanto. Antes estos días no pasaba nada y ahora ya ves, vamos de susto en susto. 

Este año será un poco distinto, bajo la persiana por agotamiento mental y emocional, confieso. Las circunstancias de cada uno son como aquello de la cruz, cada uno lleva la suya y “el que la lleva la entiende”. No voy a contar ahora mis penurias porque no viene al caso, sólo diré que me ha tocado el pack “de Luxe” y he acabado un poco exhausto, chupado como una bolsa de sangre en la nevera del Conde Drácula.
Me marcho unos días para descansar, reflexionar (mucho), buscar un poco de paz y sobre todo reparar la vieja brújula a ver si consigo estabilizar un poco el rumbo. Voy a “huir del mundanal ruido” por unos días, como San Juan de la Cruz, casi por prescripción médica. Así es que por unos días me podréis encontrar rodeado de castillos y, por supuesto, en mis mágicos Pirineos. Aunque casi seguro que nos veremos algún día por estos cibermundillos.


Espero que estos días me sirvan para descubrir, sorprenderme de nuevo, recuperar la ilusión. En resumen, viajar, ampliar mundo, reencontrarme conmigo y con los míos y recuperar los restos del naufragio. Espero conseguirlo y que nos volvamos a ver todos el próximo 21 de Agosto. Desearía  regresar con el puzzle resuelto, con un nuevo proyecto en la cartera que me devuelva la ilusión y  me saque del gris en el que me he instalado muy a mi pesar. Reunirme de nuevo con vosotros con nuevas energías e ilusión por seguir dando la tabarra. Trataré de no fallar en el intento y que esto no acabe en un adiós accidentado, pero si ocurriese… “c’est la vie”. 

Nos vemos el próximo 21 de Agosto!