Se acabó lo que se daba. Cuando el 24 de abril de 2013 terminó la tercera edición del Día del Rock en la Radio [ese maratón radiofónico con entrevistas y actuaciones en directo que me saqué de la manga, no me preguntes por qué, para estrenar el 5 de mayo de 2011] supe que así no podía acabar aquello, con un salón de actos lleno a medias y dos ausencias de última hora. En absoluto quería ese final para algo que durante tres años había sacado adelante con tanto trabajo y esfuerzo. Sí, con con mi trabajo y esfuerzo, pero también y más importante, con los del mejor grupo de amigos, colegas y compañeros: impagable e impensable. Por ese motivo decidí organizar una cuarta, definitiva e inolvidable edición. Ya lo creo, "inolvidable". Hasta el punto de que, si en verdad pudiera viajar atrás en el tiempo, exactamente hasta las 10:00 horas del pasado jueves, 24 de abril de 2014, pistoletazo de salida del último Día del Rock en la Radio, lo haría otra vez. Sin dudarlo, a pesar de los pesares. A pesar de "San Cemento".
Copio y pego la nota de prensa que ha circulado por internet durante los últimos días para no empezar a enrollarme más de la cuenta:
La cuarta y última edición del 'Día del Rock en la Radio' se celebró el pasado jueves 24 de abril en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, pero faltó muy poco para que fuera cancelada sobre la marcha debido a la celebración de la conocida festividad de ‘San Cemento’, un macrobotellón que se viene celebrando en los aledaños de la Facultad de Ciencias de la Información cada año (y a pesar de corresponder al patrón de Arquitectura).
Tal fue la afluencia de gente en el exterior que, pasadas a las 16:30 horas, agentes de seguridad de la propia Universidad impidieron el acceso al edificio a quienes no podían acreditar su pertenencia a la institución, lo que hizo cada vez más complicada la asistencia de oyentes del ‘Día del Rock en la Radio’, aunque los miembros del staff intentaron ayudar a todo el mundo e hicieron todo cuanto estuvo en su mano.
Alrededor de las 18:30 la Facultad quedó cerrada y desalojada totalmente y se suspendieron las clases. Y tras varias consideraciones, se decidió que el evento continuara, pero sólo con el público que ya estaba dentro del edificio, permitiendo, eso sí, la entrada excepcional a los músicos invitados, aunque Mägo de Oz no logró acceder al salón de actos hasta las 20:30, cuando se pensaba en dar por finalizado el evento sin su entrevista.
Desde la organización del ‘Día del Rock en la Radio’ queremos pedir disculpas a los afectados, tanto público, como músicos y demás invitados, y nos mostramos ajenos a toda decisión, comprendiendo a nuestro pesar que se tomaron en pos de garantizar la seguridad de las personas que estaban dentro del edificio.
Tal cual. Desconozco en qué momento de la tarde un compañero de la organización del evento [discúlpame porque tampoco recuerdo quién fue exactamente] vino hasta donde me encontraba, en el estrado, con el micrófono y los auriculares, para comunicarme que un representante de la propia Universidad Complutense había llegado para cancelar al evento. ¿El motivo? Protegernos del botellón que se celebraba en el exterior. Mismo motivo por el cual agentes de seguridad de la Universidad llevaban un rato impidiendo la entrada al edificio a los asistentes al maratón, ya fueran o fuesen público, invitados, músicos... ¡incluso al Director de Inforadio, emisora de la Complutense, se lo pusieron difícil a la hora de acceder! Es más, ¡faltaron al respeto a algún músico! SEGURATA.
El caso es que, de no ser por los reflejos y buen hacer de mis compañeros, aquello habría llegado a su fin entonces. La cordura asomó un instante entre las nubes y el evento pudo continuar con más pena que gloria. Poco público, quizás 100 personas como mucho de las 500 que esperábamos, y artistas que llegaban con cuenta gotas. De hecho reconozco que me faltó muy poco, poquísimo, para darlo por terminado sin la entrevista a Txus di Fellatio y Moha, de Mägo de Oz. No fueron capaces de entrar en el salón de actos hasta las 20:30 horas, justo cuando estaba programado el final del maratón y teníamos permiso para emitir, mientras recibía noticias de que llevaban un buen rato intentando abrirse camino sin fortuna.
Una auténtica odisea, y quien lo escribe fue la persona que menos la padeció. Mi papel era el más cómodo ahí arriba, pero lo que pasaron mis compañeros y compañeras no tiene nombre. Muy injusto porque aquel macrobotellón, del que no supimos nada hasta el día anterior, dos días antes si me apuras, cuando en cualquier caso ya no podíamos cambiar la fecha e imaginábamos que, llegado el momento, la Complutense tomaría otras medidas, y no desalojar el edificio y cancelar las clases y un evento como el nuestro, programado desde finales de 2013. ¿La Universidad no estaba al tanto de la celebración de semejante 'festividad' prohibida hasta donde yo sé? ¿Echar una mano al cuello es ayudar? VERGONZOSO, no puedo ni debo añadir otra cosa.
De modo que desde aquí agradezco por enésima vez su trabajo a todo mi equipo, Daniel Cabornero, Beatriz Núñez, Iris Martín, Aitor Gajardo, Carmen Díaz, Guillermo de Abajo, al equipo de El Extintor con Guillermo Rodríguez al frente, tod@s dieron el 200% aquella tarde, a Francisco Ballesteros y los técnicos de la Facultad: GRACIAS. Por su paciencia, al público que asistió al salón principal y al que nos siguió vía streaming: GRACIAS. Y cómo no, por su colaboración, sin dinero de por medio, GRACIAS a nuestros invitad@s: Isma Romero, Luis Blanco, Sidecars, Inercia, Joaquín Guzmán, Charly Hernández, Alberto García, Susan Santos, Felipe Couselo, Los Coronas, Álex O'Dogherty, PL Girls, Sherpa, Asfalto, La Fuga, Los Zigarros, Cristina Armunia, Izal, Roberto Martínez, Dinero y Moha y Txus di Fellatio de Mägo de Oz. Tampoco me olvido de Inforadio, que nos permitió emitir en directo, y su director, Miguel Ángel Ortiz, que nos acompañó en los momentos más difíciles, y cómo no, de los patrocinadores idealista.com, Grupo Suéltate y Font Vella. Mis más sinceras disculpas a quienes no pudisties disfrutar de nuestro cartel en directo porque no os lo permitieron. Insisto, mi equipo hizo todo cuanto pudo y más.
Sólo espero que alguien recoja nuestro testigo y se siga apostando por MÚSICA en directo y cultura a lo grande en una Universidad pública. Siempre te quedarán los podcasts y las fotografías. Yo me quedo con tantos recuerdos y experiencias positivos, que en cuatro ediciones... y con las palabras de un joven que, después del evento, en la puerta del salón, me dijo lo mucho que había disfrutado y no quería que esto terminara. Hasta la vista.