El hecho es que unos invetigadores australianos hicieron sus pruebas con un grupo de estos peces, colocando dentro de laberintos con forma de letra “Y” animales solos, en pareja y en grupos de 4, 8 y hasta 16 individuos.
En uno de los brazos de cada laberinto colocaron también una réplica de un depredador de esta especie. Luego se dedicaron a observar, y hallaron que mientras los que estaban aislados elegían el camino que los alejaba del depredador tan sólo en el 50% de los casos, los peces en grupo escogían con más frecuencia el camino correcto, alcanzando hasta un 90% de acierto cuando el grupo estaba formado por 16 miembros. En otras palabras, cuanto más grande era el grupo, mejor era la toma de decisiones.
Este descubrimiento se publicó en un artículo titulado “Fast and accurate decisions through collective vigilance in fish shoals”, firmado por Ashley Ward y sus colegas de la Universidad de Sidney, Australia, en el último número de la revista PNAS.
La conclusión de los científicos es que los resultados obtenidos podrían aplicarse a la toma de decisiones colectiva en humanos, de los mercados financieros o de los miembros de un jurado, por ejemplo.
Por supuesto, la experiencia con humanos tampoco deberá incluir anzuelos con carnada…
Fuente: Muy Interesante