En realidad, Mafalda nació por casualidad. En 1963 una agencia de publicidad buscaba un dibujante que realizara una historieta sobre una familia de clase media para promocionar los electrodomésticos Mansfield. El trabajo le fue encargado a Quino, que llegó a dibujar a la familia, que ya incluía a la niña como centro de las historias. Para que sonara similar a la marca, bautizó a la protagonista como Mafalda.
La campaña publicitaria nunca vio la luz y Quino se quedó con las historietas y los personajes.
El éxito de Mafalda, caracterizado por el humor político y social, lleva a Quino a comenzar a recopilar las historietas en libros. El primero de ellos, editado en Argentina, vende 5.000 ejemplares en tan solo dos días
.(...) Durante una entrevista con el diario argentino La Voz en 2014, Quino admitió que sintió que Mafalda en un momento se le había ido de las manos: «Se escapó, se escapó. Ya lo dijo Pirandello: cuando un autor crea un personaje, la gente lo toma y luego le agrega sus propias cosas».
"El capitalismo también se va a ir al carajo. Esto no puede continuar así. Yo lo que espero es que a la larga se intente otra forma de socialismo. No igual al que ya fue, pero para mí sigue siendo el mejor sistema de gobierno"
Quino - Entrevista a la revista Playboy (2004)
"Con ocasión de la lamentable muerte de Quino, el creador de Mafalda, quiero relatar un hecho que hace parte de mi memoria personal, pero que es historia y lección de vida.
Pocos días antes de esa nefasta fecha del 11 de septiembre de 1973, cuando los militares le dieron el golpe a Salvador Allende, a eso de las nueve de la noche llegaron a Tomás Moro —la residencia del presidente— los cuatro jefes de las Fuerzas Armadas Chilenas.
El presidente los recibió en su biblioteca y a mí me hizo entrar a la habitación contigua, que era su dormitorio. Me entregó un libro de Mafalda para que me entretuviera mientras duraba la reunión. Ese día descubrí la genial creación de Quino, que para siempre me quedó asociada al presidente Allende.
Cuando los militares se fueron, entró el presidente a su habitación y me dijo “este caucho no estira más, el golpe va a ser en pocos días”. Intercambiamos opiniones que me llevaron a decirle: “¿Es un general el golpista o son todos? Uno solo es el instigador del golpe”, me respondió. Le dije entonces: “Si quieres, yo lo mato”. El presidente se puso pálido, luego se le subió la sangre a la cabeza. “No te alteres —le dije—, yo sé que muero en ese operativo”. “No es eso lo que me altera. Es que si tú lo matas, ¿qué nos diferenciaría de ellos?”, fue su respuesta.
Durante muchos años dudé en contar esta anécdota, para no dar la impresión de exhibir mi amistad con el presidente; pero, a la vez, pensaba que era la demostración fehaciente de su extraordinario carácter, ejemplo para la humanidad.
Entonces, preferí desentenderme de lo que pensaran de mí. Por eso relato esta historia siempre que mencionan a Salvador Allende, como demostración de su grandeza y de lo que debe ser todo revolucionario: un humanista, respetuoso de la vida, incluyendo la de quienes representan una amenaza para nosotros. Es una grandiosa lección."
¿Que pensaría Mafalda si viera que la policía le pega a una enfermera por reclamar un sueldo digno?, ¿qué nos lleva a no escuchar a la gente valiosa a la hora de vivir con el otro?, ¿cuántas veces decimos "Que diría Quino de esto"?
Quino, ya no dibujaba hace mas de 10 años, recibió todos los homenajes que se le pudieron dar en vida. Mafalda es eterna. Quino ya era eterno. Quino se fué. Sus ojos, ya cansados de ver el mundo y sus injusticias más que nadie estaban rendidos.
Celebremos que estuvo e hizo todo lo que necesitamos para ser mejores.
Se fue mi segundo Papá.
— Miguel Rep (@miguelrep) September 30, 2020
Gracias por todo #Quino
(1932-2020)
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