En ninguno de los 15 partidos hemos sido inferiores a ni uno sólo de nuestros rivales incluso en los partidos que hemos perdido.
Siendo así, con la conciencia perfectamente tranquila de haber hecho cuanto hasta donde mi humilde sapiencia llegaba, aderezado con el 150% de entusiasmo cada minuto que he sido el máximo responsable deportivo y una fe inquebrantable en que podíamos cumplir el objetivo, he de asumir la derrota como buen deportista que me considero.
Lo siento mucho por el club, institución a la que siempre quise pertenecer; por una afición que estuvo a la altura; por la directiva saliente que depositó en mi su confianza; por el entrañable Manuel, ahí siempre al pie del cañón; por el campo (cada día de entrenamiento me presignaba dando gracias por pisar esa hierba, por olerlo y sentirlo) y por aquellos jugadores, muy pocos, a los que les dolió el escudo, que verdaderamente pusieron todo y creyeron en ello.
Mucha suerte al presidente y junta directiva entrantes para que, ojalá cuanto antes, reactiven al equipo y se vivan éxitos en esta señera institución.
Con mi orgullo intacto por haber ocupado ese banquillo y con muchos otros proyectos, inmediatos y en el tiempo, por cumplir, muchas gracias y hasta siempre U.D Pilas.