Me gustaría poneros en situación y ya de paso opinar al respecto, aplaudiendo en este caso a la compañía polaca.
Hace unos meses el nombre de Hatred sonaba en todas partes ya que Steam había prohibido el juego en su plataforma y a las pocas horas el bueno de Newell metía la zarpa en el asunto consiguiendo levantar el veto. Desde el principio coincidí en la decisión de la compañía y el gesto de Newell me pareció politiqueo barato, aunque claro, es solo mi opinión.
Pero qué pasa con Hatred?
Por qué ha levantado tanto revuelo? Pues porque el juego gira en torno a un psicópata que sin más trasfondo que un odio irracional, sale a la calle masacrando a lo que se le ponga por delante. Ya no hablamos de los policías que intentarán detenerlo o de esa organización que ha raptado a su mujer y su hija, no. No es una historia de venganza, aquí hablamos de que le damos caza a inocentes, a gente que no tiene nada que ver con la historia y recibe una brutal muerte de manos del protagonista simplemente por la diversión que supone matar. El objetivo, dicho sea de paso, es encontrar la muerte entre tal despropósito.
Estamos acostumbrados (y celebrando) juegos violentos de los que soy el primero en disfrutar como puede ser el recurrente caso de Hotline Miami. Ahí la sangre es una constante y a pesar de que gráficamente sea un título tirando a malo, esa violencia se nos presenta como algo serio, muy lejos de buscar ese punto divertido y absurdo de Mortal Kombat o Carmaggedon, por poner unos ejemplos. Y por qué Hotline no me parece mal? Pues porque se nos presenta una excusa de ficción, una historia en la que el odio y la violencia tenga un sentido. Matamos, sí, pero el objetivo no son niños, madres o chavales que pasean por la calle sino peligrosos matones, organizaciones e incluso fuerzas de la ley (quizás se me escapan algunos casos concretos, pero ya me entendeis). Sigue siendo violencia, pero se nos intenta poner en situación, una excusa que nos permita seguir avanzando en la historia, disfrutando de las mecánicas y la casquería que en el fondo tanto nos mola.
“Será que no matas a gente en juegos como Call of Duty o en GTA”. En Hatred hay un punto totalmente distintivo que me provoca el rechazo y es que esa violencia pasa a ser puro sadismo. Ver como un inocente te pide clemencia porque no ha hecho nada y tu le disparas en la cabeza o lo rajas de arriba a abajo porque es el objetivo del juego, no me mola nada. Es tomar el control de un asesino que sale cargado de armas a la calle, cargándose a todo lo que se mueva porque sí. Quizás se acerca peligrosamente a la realidad e inconscientemente eso provoca que no me parezca divertido y no es lo que busco en un videojuego. Quizás estoy llegando al extremo del debate, lo se, pero demasiadas noticias similares allá en tierras americanas y algunos comentarios que me han dejado a cuadros en alguno de los trailers que he visto por ahí… pero vale, dejo el tema que es demasiado delicado y un jardín del que no voy a poder salir fácilmente.
La principal pregunta es, se debe vetar un juego asi? Decir que “sí” no me dejaría del todo satisfecho porque yo no soy nadie para dar lecciones de nada y decir que “no” sería la respuesta cómoda pero hipócrita. Lo que tengo claro es algo, que plataformas como Steam o Gog decidan si quieren prohibirle el paso o no, me parece perfecto. Hay público para todo y el juego se puede seguir vendiendo desde la web de los desarrolladores, no pasa nada.
Pero una vez más vuelvo a lanzar una pregunta. Vale todo? Con la excusa de la libertad de expresión y de ideas, con la excusa de que es ficción para adultos, podemos hacer un juego de lo que queramos? Podemos hacer un juego en el que controlamos a un director de películas snuff? Otro en el que controlemos a un depravado violador? Mi pregunta es, de verdad es necesario un juego así? Es divertido ponerse a los mandos de un personaje como el de Hatred?
Venga hombre...
Más allá de la publicidad que han buscado de manera descarada (y que han consiguiendo con creces) queda la duda de si era necesario. La polémica vende y que lo menos importa en este caso es lo bueno o malo que sea el juego. Siempre luchando contra la mala imagen del videojuego pero si me preguntan por este, sinceramente, no sabría que argumentos aportar para defenderlo.
Soy consciente de que voy a estar bastante solo en este asunto y es que la gran mayoría de opiniones apuntan hacia el otro lado pero oye, estoy en racha. Lo mismo me hago mayor y aún no me he dado cuenta, que también podría ser.