El alimocheNeophron percnopterus, identificado por Gárdiner (1988) en su lista de signos con el G1, y el buitreGyps fulvus,fueron otras de las aves de gran envergadura que los egipcios introdujeron en su panteón divino. Ellos no pudieron pasar por alto la majestuosidad de este animal y lo llevaron a la esfera divina relacionándolo con una entidad femenina que representaba el concepto de “madre”, asociándola a las diosas Nejbet y Nut y vinculándose de forma estrecha al Alto Egipto, es decir, convirtiéndola en emblema de este punto geográfico que, por otra parte, se asoció a la realeza. Su unión al concepto de madre protectora pudo nacer en sus costumbres carroñeras; cuando los egipcios se enterraban directamente en la arena, era el ave la que acudía a las necrópolis para alimentarse de sus cuerpos, trasladándolos al cielo. Cuando los difuntos comenzaron a inhumarse en tumbas protegidas donde el animal no podía acceder, la tradición hizo que continuara siendo representada como madre de los difuntos y después como protectora y madre del rey, siendo representada en los techos, en los relieves de los santuarios y en los laterales de los tronos reales, como protectora del rey y defensora ante genios del mal.También el ave era una de las formas que el fallecido podía tomar para alcanzar el Más Allá porque gracias a esta transformación se le facilita elvuelo y se acrecentaba su poder.
Espero que podamos seguir viendo y admirando a estos herederos de la cultura Faraónica y en realidad de la cultura de toda la humanidad de nosotros depende su existencia y hacerles este mundo más fácil. Gracias a todas y todos.