[Ricardo Portmán] @ecosdelviniloSabotaje. Una palabra que se repetirá a lo largo de las siguiente líneas sobre Amado Líder, el nuevo trabajo de estudio de Havoc. Son diez cortes que hacen tarea de sabotaje al mainstream y al pop al uso, yéndose por tangentes espinosas. Es también un sabotaje al viejo grunge, incluso al noise, porque ni es tanta la rabia ciega ni excesivo el ruido, sino un golpe seco sobre la mesa y estrofas sin necesidad del distortion para presumir de poderío.
Amado Líder empieza con un sabotaje al safe-cover con ese arte de portada inquietante y arcaico, obra de Mario Feal. Canciones como Cosas, Siberia, Flúor, Será y Explicarnos pisan el acelerador, mientras Oh, Master! se va a las antípodas con una melodía indeleble y preciosista. La maravilla del álbum es la que cierra la puerta, titulada Sabotaje: una composición ferrosa, de una sencillez insultante y cantada con una soberbia mala baba. Havoc dinamita los estereotipos con este gran disco, desde ya entre lo mejor del año, lo cual es algo que no podrán sabotear.
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