El volcán Kilauea, en Hawái, entró de nuevo en erupción el jueves 3 de mayo, provocando un fuerte terremoto. Los flujos de lava ya han destruido al menos 36 viviendas y otros edificios, lo que ocasionó la evacuación de unas 2.000 personas. El Servicio Geológico de los Estados Unidos advirtió que podrían ocurrir más inminentes erupciones violentas, disparando rocas de varias toneladas de peso a más de un kilómetro y medio de distancia.
Los expertos del Observatorio de Volcanes Hawaianos del USGS, dijeron que a pesar de la destrucción causada hasta ahora, las explosiones posteriores a la erupción han sido relativamente pequeñas a escala global, y aunque la ceniza representaba dañina para los ojos y la respiración, hasta el momento no era un peligro grave para la salud. Sin embargo, advirtieron que esto solo es el principio ya que los ríos de lava del volcán Kilauea podrían durar meses o años, siendo imposibles de detener. Pero parece ser que los hawaianos tienen la solución para detener “la ira del volcán”: manojos de una misteriosa planta mágica esparcida en frente de los flujos de lava.
Cortesia de MEP
La planta Ti y la diosa del fuego
Entre las asombrosas e imponente imágenes de la erupción del Kilauea, hay una que ha llamado la atención. Se trata de una foto que muestra una fila de ramas delante del río de lava que avanza a través de una carretera en Leilani Estatesson. Se trata de hojas de Ti, y se usan como una “ofrenda sagrada” para Pelé, la diosa del fuego y los volcanes.
Según dice la leyenda Pelé o Pelehonuamea, la antigua diosa del fuego que vive en el cráter Halemaumau en la cima del Kilauea, trae la mala suerte a los turistas que se llevan las rocas volcánicas hasta que las devuelvan. Y los hawaianos aseguran que Pelé toma la forma de una hermosa joven embarazada o una anciana caminando por los caminos y carreteras, recogiendo las ofrendas.
La planta Ti (Cordyline fruticosa) es una especie de la familia de los espárragos con hojas grandes de 5 a 10 cm de ancho y tallos leñosos, utilizada para proteger los techos de paja, envolver la carne o pescado antes de ser cocinada, tejido en zapatos y ropa, destilado para licor, o utilizado como diurético y antiséptico. También se planta alrededor de las casas para ahuyentar a los fantasmas, y otras personas las colocan debajo de las esteras para contener espíritus vengativos. Sin embargo, sorprendentemente no es una planta nativa, sino que fue traída por colonos polinesios.
En 1986, durante otra erupción del Kilauea, un periodista presenció como los hawaianos esparcían hojas de Ti sobre las corrientes de lava expulsadas por el volcán. Los más ancianos de la isla le explicaron al periodista que los nativos creían que la planta de la hoja Ti tenía un gran poder espiritual. Además, las hojas también están asociadas con Lono, el dios de la fertilidad, y Laka, la diosa hawaiana de la vegetación y del hula, por lo que fueron usadas en rituales por líderes religiosos y políticos. Debido a esto, los flujos de lava no cruzarán una barrera de hojas Ti.
Provocando la furia de la naturaleza
Sin embargo, esta vez puede que no sean suficientes para evitar la ira de Pelé. La Dra. Lilikala Kameeleihiwa, profesora del Centro Kamakakuokalani de la Universidad de Hawái y experta en tradiciones culturales hawaianas, cree que el origen de esta gran y peligrosa erupción está el fracking y la minería.
“A veces, Pelé es una mujer mayor a un lado del camino, a veces es una joven hermosa a punto de dar a luz”, dijo la Dra. Kameeleihiwa a la cadena de televisión hawaiana KITV. “Pelé es respetada y honrada por muchas familias hawaianas desde hace mucho tiempo, considerada muchas veces como un antepasado. Los creyentes te dirán que ella está reclamando su tierra en este momento. Algunos lo aceptan. Otros podrían pedirle misericordia. En la antigüedad, este era el ritual: Un jefe muy alto ofrecía cerdo y rezaba a Pelé para que se detuviese. Ya no ves cosas así. Mucha gente se ha opuesto a que cavaran el pozo geotérmico en su cuerpo, es una profanación. Si nada más, es un humilde recordatorio del poder de la naturaleza. Los elementos son más grandes, más importantes que nosotros. A veces creemos que podemos controlarlos. Necesitamos vivir en armonía con ellos. Vivimos con ella, la honramos, aprendemos de ella. Ahora, dicen que la deidad puede aparecer como una mujer embarazada dando a luz a una nueva tierra.”
Sin duda, mientras que vemos como de nuevo la mano del hombre vuelve a provocar la furia de la naturaleza y que con el avance de la tecnología somos incapaces de hacer absueltamente nada, nos encontramos como antiguas creencias son la única solución ante tanta destrucción. De nuevo, queda demostrado que aún queda esperanza en el ser humano.
Via: MEP