Hay Cadáveres de Néstor Perlongher

Publicado el 27 marzo 2017 por Ispamaga @is_ma_ga

  *Este es un pequeño análisis de partes del largo poema «Hay Cadáveres» de Néstor Perlongher.

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         Néstor Perlongher escribe «Hay Cadáveres» durante un largo viaje a Buenos Aires en 1981. El poema tiene un estilo neobarroso que plantea la relación entre poesía, política y memoria, logrando una escritura que causa horror de la realidad.

         En la poesía, el lenguaje es el elemento principal de las ideas, no funciona solo como «algo» que capta las palabras, sino que nos llama a sentirlas. El poema «Hay Cadáveres» evidencia ese problema moral del que hablaba Terry Eagleton: «Los poemas son declaraciones morales, entonces, no porque emitan juicios severos según un determinado código, sino porque tratan de valores humanos, de significados y propósitos»  

      El poema «Cadáveres» de Perlongher muestra la sociedad que se reproduce a su alrededor, usa el lenguaje de la moral donde no solo plantea lo malo sino que, además, nos muestra el comportamiento de algunos personajes que viven en el poema, dándoles cierto sentido de ironía que causa impacto social. Con juego de palabras y situaciones de la conducta humana logra que el poema nos haga pensar si los cadáveres están en el lenguaje, considerando que la dictadura había censurado la libertad de expresión.

«En el desierto de los consultorios

En la polvareda de los divanes “inconcientes”

En lo incesante de ese trámite, de ese “proceso” en hospitales

donde el muerto circula, en los pasillos

donde las enfermeras hacen SHHH! con una aguja en los ovarios,

en los huecos

de los escaparates de cristal de orquesta donde los cirujanos

se travisten de ”hombre drapeado”,

laz zarigueyaz de dezhechoz, donde tatúase, o tajéase (o paladea)

un paladar, en tornos

Hay Cadáveres»

          La poesía no es un compromiso con la literatura, sino con la vida. En este caso, Perlongher usa su poema para generar una percepción social de la violencia contra los cuerpos; los cuerpos mutilados, los cuerpos desaparecidos y olvidados. Hace uso del estilo neobarroso no con el fin de «destruir» el lenguaje, sino que lo hace con la intención de no permitir que nadie interfiera entre él y la palabra.

             Para Sarduy[1], la proliferación de significantes es el rasgo más importante con el cual el neobarroso artificializa el lenguaje. El Neobarroso tiene una saturación de significantes y consiste en «obliterar el significante de un significado dado (…) por una cadena de significantes que progresa metonímicamente y que termina circunscribiendo el significante ausente, trazando una órbita alrededor de él.» (Perlongher 2008)

               La metáfora y la metonimia son fundamentales en el lenguaje como estructura que se organizan en el inconsciente humano.[2] Tanto Perlongher como Montalbetti, manifiestan que «un significante no encuentra el objeto de pulsión en un significado sino en otro significante, que lo multiplica» El poema de Perlongher se resiste a hacer signo, digo esto porque sustituye un significante alejado por otro, pero al mismo tiempo genera una cadena de significantes que producen una insignificación por medio de juegos fonéticos; aliteraciones, hipérbaton y neologismo. «El signo destruye el sentido para fosilizar la significación; es decir, domestica una cadena de significantes atribuyéndoles la seguridad de un significado»[3]

            Perlongher plantea en el poema la homosexualidad a través de algunos de sus versos. Muestra de lo lícito en un contexto sexual por parte de algún opresor que satisface sus inmoralidades.

«Cuando el cansancio de una pistola, la flaccidez de un ano,

ya no pueden, el peso de un carajo, el pis de un

”palo borracho”, la estirpe real de una azalea que ha florecido

roja, como un seibo, o un servio, cuando un paje

la troncha, calmamente, a dentelladas, cuando la va embutiendo

contra una parecita, y a horcajadas, chorrea, y

   Hay Cadáveres»  

              El poema de Perlongher en parte es una muestra de lo que sucedió en realidad y al mismo tiempo es una ficción. «Cadáveres» hace una declaración a la sociedad para que podamos entenderla a través del lenguaje por medio de una descripción de la situación política cultural que se vivió en ese momento.

               En lo que concierne a la ficcionalización del poema, no es relevante si la experiencia en cuestión tuvo lugar o no.

Fuentes:
[1] Eagleton, Terry. Cómo leer un poema. Poesía y Ficción. Madrid: Ediciones Akal, S.A., 2007, p. 44
[2] Montalbetti, Mario. Cualquier hombre es una isla. Ensayos y Pretextos. Lima: Fondo de Cultura Económica. 2014, p. 51
[3] Íbidem.
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