Aceptalo: hay más tareas que tiempo. Hay más proyectos interesantes que energía. Y hay más sueños que espacio en tu realidad. Tendrás que poner algún filtro para protegerte del desespero de no dar al abasto con todo y de asegurarte de que incluyes algo de tiempo para ti en el atrajo del día a día. Tu agenda puede ser un fuerte aliado en esta búsqueda de prioridades. Al igual que te dice a qué te has dedicado durante los últimos días, también te puede ayudar a reajustar tus prioridades en el futuro.
No obstante, tampoco hay que pasarse y llenar todos los días en tu agenda con tareas planificadas. Planificar alguna tarea, como por ejemplo la revisión semanal, te ayuda a mantener el enfoque.