Por Paco Salido (Valencia y ché) Hermandad con el submarino
Todos recordamos la época en que la relación del Valencia Cf con el Vila-real Cf se parecía mucho a la del hermano mayor que ayuda al pequeño a dar sus primeros pasos. El Vila-real se nutría de jugadores valencianistas (Albelda, Angulo, Palop...) y el Valencia encontraba acomodo para jugadores que, por distintas razones, en ese momento no tenían un sitio entre los 22 de la primera plantilla. Pasaron los años y el hermano pequeño creció, le plantó cara al hermano mayor e incluso se habló del Vila-real como del primer equipo de la comunidad. Era obvio que el Valencia debía mirar hacia otro lado, sus jugadores ya no se podían foguear en un club que se había convertido en competencia directa.
El Getafe, el nuevo hermano
Fue el Getafe el elegido. Un club en crecimiento, que daba pasos firmes en primera división y que apostaba por entrenadores y jugadores con ganas de crecer. Gavilán, Albiol, Pallardó, Pablo Hernández pasaron por el Getafe en condiciones muy favorables para los de la meseta, equipo que siempre contó con la generosidad del Valencia que, en muchos casos, cedía sus jugadores haciéndose cargo de parte de sus fichas.
El último de los valencianistas que recaló en el club getafense fue Miku. El venezolano recaló en las filas azulonas en el mercado de invierno y aunque parezca mentira, lo hizo sin que Ángel Torres abonase cantidad alguna, es más, en dicho traspaso, se incluyó una cláusula por la que, si el Valencia Cf desea recuperarlo, deberá abonar una cantidad cercana a los 2 millones de euros.
Queda claro que el Valencia, durante los últimos años, se ha comportado de forma generosa con un club al que ha ayudado a crecer en primera división. Sin embargo, la colaboración no ha sido recíproca; todos recordaremos la intransigencia de Angel Torres cuando insistió en que la final de Copa del Rey, que acabaría ganando el Valencia, se jugase en el Calderón, dejando en clara desventaja a los aficionados valencianistas.
Fichar a Roberto Soldado
Ahora, cuando el Valencia pone sus ojos sobre Soldado, Ángel Torres de nuevo se muestra intransigente y demuestra muy poca memoria al olvidar que, durante la lesión del propio Soldado, ha sido Miku quien, con sus goles, les ha ayudado a clasificarse para la próxima Europa League. El presidente azulón remite al Valencia a la cláusula de rescisión y todo hace indicar que sólo aceptará una rebaja de la misma que en ningún caso será superior a los dos millones de euros.
El futuro
Soldado jugará en el Valencia, lo hará porque esa es su voluntad y porque el Valencia abonará una cifra de entre 8 y 9 millones, pero no hay que olvidar que en este traspaso hay alguien que no ha demostrado actitud de colaboración alguna, ese es el Getafe a través de su presidente, algo que debe hacer a Llorente plantearse que ya ha llegado el momento de apoyar en serio al Mestalla para que esté más arriba y poder foguear a los jugadores jovenes y que, mientras esto ocurre, hay que buscar un nuevo hermano pequeño más agradecido. ¿El Levante?.