Parece que todos los miembros de la izquierda más radical española hubieran tomado clases de acoso en la misma universidad, o más bien en el mismo antro, porque todos dicen lo mismo. Y para mi esa no es una casualidad, las casualidades no existen, o toman clases en el mismo antro, o unos copian como acosan los otros, o simplemente se creen mejores que los demás.
En este, como en otros muchos casos, yo creo que es un poco de todo, es coger un poco de cada uno de los motivos y aplicárselo a la izquierda, porque así actúan. Y es que podría ser todo mucho más fácil, podría ser un: “yo pienso de una forma”, “tú piensas de otra”, y punto. Cada uno somos hijos de nuestro padre y de nuestra madre, y cada uno de nosotros pensamos de maneras diferentes, no entiendo exactamente los motivos por los que desde la izquierda radical se insulta últimamente de esa manera; ¿por qué no soportan a los que no piensan lo mismo?
Y es que por muchas vueltas que le doy siempre llego a la misma conclusión: esa es la base de su ideología radical, el pensamiento único, ya sea por devoción o por obligación. Su principal arma es el número, su razón la basan en la cantidad, no en la calidad. Creen que las mayorías dan razones y esos es lo que buscan, mayorías; buscan mayorías aunque sean aborregadas, aunque sean sin sentido porque lo basan todo en el número, es muy simplista pero para ellos es así: La mayoría tiene razón simplemente por el hecho de ser más.
En función a eso actúan siempre, cuando cogen a una persona a la que no pueden convencer la intentan anular ya sea con un acoso físico o, como por las redes sociales, con un acoso psicológico. Para ellos el mejor acoso psicológico a una persona es el insulto o la humillación, desde el simplista “es que eres tonto”, al ya habitual y cansino “facha”, pasando por uno que a mi me hace muchísima gracia: “hay que leer más”.
Cada vez que leo la frasecita “hay que leer más” me entra la risa floja porque es curioso que en un país en el que no lee casi nadie media población recomiende leer a la otra media; ¿esa que es una forma de llamar tonto? ¿Es una forma de decir que alguien es mejor que tú? Siempre que leo la famosa frase me viene a la cabeza el refrán: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces.” Cuando alguien llega al punto del “hay que leer más” es como llamarte tonto directamente, es decir, se me acabaron los argumentos, ya no se que decirte, voy a pasar a la humillación.
En estos días han echado al periodista Jesús Cintora de su programa de televisión en Cuatro, unos dicen que por presiones del gobierno, otros dicen que por quejas de sus compañeros de equipo quienes acusaban al periodista de maltrato hacia ellos, vaya, que era un prepotente con sus subordinados. Yo esto último ya lo había leído hace tiempo denunciado por ex compañeros suyos de la Cadena SER. Yo no tengo ni idea por qué ha sido, me extraña que Mediaset sea una cadena que se pliegue a presiones gubernamentales, más bien al contrario, y menos con un programa que con Cintora o sin él va seguir la misma línea editorial. La izquierda ha convertido a Cintora en los últimos días en un héroe, un super-héroe del comunismo, una especie de SuperLenin. Yo me alegro de la expulsión de Cintora, su programa era completamente sectario sin ninguna opción para una idea diferente; pero si a todo esto añadimos su supuesto mal comportamiento con su equipo, pues más todavía.
Para protestar por su expulsión llevan varios días presionando en Twitter tanto a Mediaset como a los anunciantes de Mediaset, me hace mucha gracia porque esa tendencia desaparece en cuanto llegan las carreras de motos GP o programas tan culturales como el debate de Gran Hermano o La Voz. Pero lo mas curioso es que ahora la izquierda va acusando a todo el mundo de inculto por ver Mediaset, como siempre desde su superioridad infinita: moral, cultural, intelectual, política…. Claro que eso es ahora, porque hace como un par de meses surgió el rumor de la posible desaparición de Sálvame por el incumplimiento de las normas del horario infantil; ahí apareció la izquierda para defender Sálvame con su “yo veo Sálvame”.
Así funciona la izquierda de este país, que suerte tienen de ser como son, tan superiores a todo el mundo; el caso es que cuando les ves por la calle parecen todo lo contrario, parecen unos don nadie.